Campo Dei Fiori

es de los primeros de las cañitas, ahi cuando empezo a levantar a fines de los 90s.
un buen lugar para comer pastas, con precios razonables, aspecto cuidado, platos aceptables y sin nada que llame particularmente la atencion.
es normal, ni mas ni menos que eso.
los menues del mediodia son baratos y estan bien, porque no te queda esa sensacion de poquito tan tipica. lo que si a veces te ensartan con algunas opciones medio ridiculas (como por ejemplo las bebidas: el menu del mediodia trae levite o agua ser, ni siquiera un agua mineral).
los mozos son un capitulo aparte. depende de la suerte de turno si te atienden como si fueras el elegido del lugar o si son un desastre. es llamativa la heterogeneidad en el trato por motivos que no pude comprender. y no tiene que ver con la habitualidad, porque a mi me atendieron tan bien como mal y no fui demasiadas veces tampoco.
vas una noche, pedis unos sorrentinos scarparo, una botella de vino normal y la pasas bien. se puede ir sin miedo, no va a ser nunca un fiasco.
si estas por la zona y tenes ganas de comer pastas es una opcion viable y no mucho mas.

Excelentes pastas italianas en la ciudad de Buenos Aires. Lo más normal es ir por recomendación (realmente no falla) o simplemente porque el nombre te traslada a una de las plazas más bellas de todo Italia (La plaza de las flores, su traducción), ubicada en Roma. Tener ese nombre es un honor, y como tal, hace pastas caseras a la altura: Campo dei Fiori.
El ambiente es estilo viejo pero cuidado. Ladrillo a la vista, los típicos manteles blancos italianos y algunas maderas forman el concepto de Campo dei Fiori, perfectamente logrado.
Los mozos son muy atentos y unos excelentes aconsejadores si estas en duda entre tanta cantidad de exquisiteces que ofrece la carta.
Lo sorprendente de este lugar es que la pasta es elaborada a la vista. Los cocineros se «esconden» tras unos vidrios que dejan a la luz todo: el amasado, la preparación, los ingredientes, todo. Así se muestra este icónico restaurant de Buenos Aires.
Los precios son acordes al lugar y a la calidad de la pasta. Acá seguramente se paga un poco más que en otros lugares pero es plata bien invertida.
Una buena opción es aprovechar los menús ejecutivos que consta de entrada, plato principal y poste por un precio no tan elevado.
No se duda. Si al momento de pensar a dónde vamos a salir a comer «pastas» es una opción, Campo dei Fiori.

Ubicado en el barrio de cañitas, campo dei fiori se convirtió en un de mis lugares preferidos para ir a comer pastas.
Haciéndole honor a la pasta italiana aquí podrán comer tallarines, gnocci, ravioles, sorrentinos con una variedad de salsas y combinaciones que pueden ocupar hasta 2 paginas de la carta.
Ideal para ir a comer en pareja, un viernes a la noche, algo tranqui.
La atención es buenísima, muy bien decorado y también tiene alternativa de mesitas en la calle. Los precios son normales para una salida por esa zona.