Me gusta Buenos Aires entre otras atracciones que tiene, por estos«negocitos», tarde por la noche y un sábado en la calle que no duerme según el dicho. Entré porque en la vidriera estaban todos los discos en vinilo de Soda Stéreo y encontrar un local chico con la decoración de sus productos nada más y nada menos, con discos vinilos, cd, pósters,étc…de tu banda favorita(entre otras miles) no tiene precio. Gente entretenida buscando y mirando discos como yo mil horas sin que te molesten es genial y toda la música(variada) que busqué, la encontré! La atención amable y los precios razonables. Para volver y seguir con la colección.Tarjetas y efectivo.
María Victoria C.
Place rating: 4 Buenos Aires, Argentina
El Perseguidor es un lugar que me confunde un poco. La verdad es que lo ves de afuera y pensás que es otro lugar más de usados. Casi que entrás de onda a ver que hay, sin muchas esperanzas de conseguir nada, porque no va a haber nada. Pero es raro. Con esa facha de lugar semi andrajoso, en el cual sentís que todo lo que tocás te va a dejar las manos llenas de polvo, en cuanto te ponés a mirar los cds en las bateas se te empiezan a caer todos los prejuicios. Por ejemplo, relato una experiencia personal. Había ido a Zivals a buscar un CD de jazz que pensé que seguro seguro tenían, pero resultó que ni existía en el catálogo. En El Perseguidor, tenían 3 cds del mismo artista. Allí radica su magia. Te ponés a mirar a tu alrededor y te das cuenta que hay muchas cosas importadas, inconseguibles, casi ocultas. Es como que forman parte del decorado y pasan desapercibidas, si no mirás con atención. Hay que mirar todo y mirar bien. Agrego, finalmente, que tienen muchísimo vinilo y muy buenos dvds, como para no quererlos más.
Luciana D.
Place rating: 4 Buenos Aires, Argentina
Sí, todos sabemos la cantidad de librerías y disquerías que hay por la avenida Corrientes, pero cada vez menos tienen ese no sé qué. No obstante, El Perseguidor definitivamente aún conserva mucho no sé qué. Es extraño: al entrar al local, da la impresión de que se parece a muchos otros de la avenida de los teatros, pero que ninguno se parece a éste. A diferencia de otras disquerías aledañas, más preparadas para atraer al turista fácil y al comprador take and go, El Perseguidor invita a cancelar los planes para el resto de la tarde y cansarse los dedos revisando discos. Difícilmente te vayas sabiendo de qué color son las paredes del lugar, ya que los libros y afiches de todo tipo llegan hasta el techo. Acá, casi todo lo que parece decoración está a la venta y todo lo que está a la venta es decorativo. No tiene un catálogo particularmente exótico, pero el sector de folklore y música tradicional de todo el continente es casi tan grande como el de rock internacional. Los precios son relativamente democráticos y no suelen hacer distinciones entre lo raro y lo más conseguible a la hora de tasar productos. Consejo: revisar hasta el rincón más insólito del lugar. Muchas veces me pasó de ir a pagar a la caja un determinado disco para terminar llevándome otro que vi escondido detrás del dueño.