Instituto Argentino de Diagnóstico y Tratamiento

Mi lugar para ir a la guardia por excelencia. Aunque últimamente está sobresaturado, la atención siempre es muy buena.
Esta
toco venirme a hacer un estudio en caracter de urgente, asi que subi al entrepiso directo para que vieran si lo podían hacer y al toque me dijeron que si, que me presentara abajo para que me registren.
Ahí tardaron un poco mas, porque habia bastante demanda, pero la chica me atendió bastante bien.
Una vez arriba de vuelta, la ecografista no demoro ni un minuto en llamarme para entrar al box.
Me atendio suuuper bien y fue concreta, amable y eficiente. Imposible pedir más.
Así que no hay dudas de que este instituto va a ser mi primera opción cuando vuelva a necesitar otro estudio de manera rápida e incluso sin tanta urgencia.

Fui el otro día a los nuevos consultorios externos sobre la calle Mansilla y no me quedé del todo contenta. Es que a primera vista parece todo súper eficiente: llegás, sacás un número para que te ingresen, y después subís a una sala súper moderna en la que te llaman por pantalla. ¿El problema? Que si querés ir al baño, necesitás bajar un segundo porque te olvidaste la credencial, o cosa por el estilo no hay un alma a quien avisarle. Es que está todo tan robotizado que no están las clásicas secretarias que resuelven cosas… y de las que suelo depender. Además, no me gustó la médica, así que quizás la experiencia se haya visto teñida de un mal sabor por eso…

Tip: Los médicos que atienden en los consultorios son muy buenos (todos reconocidos, profesores en la universidad…), se saca turno online y no hay mucha espera.
El IADT tiene competencia fuerte: a una cuadra de la Suizo y a dos del Hospital Alemán, sin embargo en lo que respecta a guardias y atención de urgencia son sin dudas los mejores.
En 5 años y varias veces que fui nunca esperé más de 15 minutos, incluso si te ven mal te hacen pasar primero: me pasó de llegar con un ataque de alergia y antes de pedirme el carnet de la obra social me hicieron revisar al toque y se aseguraron que estuviera bien.
Te hacen radiografías, análisis, todo con prioridad y en ningún momento dejas de sentirte cuidado y bien atendido.

Es definitivamente una de las mejores clínicas que tenemos los argentinos. Y no lo digo porque tiene reputación o porque Sandro estuvo internado acá, lo digo en función de múltiples experiencias, en las que siempre me atendieron de diez y supieron darle una respuesta y solución al malestar que me llevó.
El servicio de guardia es el más eficiente y serio que conocí hasta ahora. Es típico llegar roto y encontrarte con cincuenta personas adelante, que finalmente una vez que te atienden lo hacen como un trámite recetandote algún fármaco y despachandote en menos de 5 minutos. Bueno, en el IADT todo esto funciona al reves. Te atienden enseguida, hay dos salas de espera con TV para distraerte, y te derivan con un médico especializado en los síntomas que manifestas. Te hacen todos los estudios habidos y por haber hasta estar seguros de darle en el clavo y después de resolver el tema, te piden que vuelvas para hacer un seguimiento. Aplausos, pocas veces visto.
Para realizarte estudios del área que sea, es impecable el nivel de profesionales, de tecnología y organización. Está siempre pulcro y hasta el personal de vigilancia te ayuda amablemente en encontrar el pasillo que estés buscando. Uno se siente verdaderamente cuidado.
Y si estás bancando a alguien, podés sentarte en el café-​restaurante al fondo del edificio que parece un salón del Alvear. Impresionante.

Si tengo que ir a sacarme sangre me niego a ir a otro lado que no sea el IADT.
Máquina táctil automática para solicitar turno, vas te presentas y después esperás a que te llamen.
Realmente es en uno de los pocos lugares que iría con los ojos cerrados y la confianza suficiente como para que me saquen sangre, hagan estudios, o cosas del estilo.
La gente que atiende es muy profesional y se nota.
La organización que tiene el IADT es genial, nada de andar de un lugar al otro «rebotando» porque te mandar a recorrer todo el lugar. No.
Como lugar es súper moderno y las habitaciones son de primer nivel.
Dato: para esperar hay un café muy lindo –y tranquilo– en la planta baja en el medio del edificio. El servicio es genial y la comida también.
Es un lugar ideal para sentarte en sus mesitas de estilo francés en el patio que tiene lleno de plantas y una fuente que acompaña muy bien.

Todo el staff de este instituto es muy profesional: tanto médicos como enfermeros y todos los que trabajan aquí te atienden cordialmente y se nota que están bien preparados. Los médicos –en la experiencia que tuve– más allá de que saben lo que hacen, son muy humanos.
Los cuartos donde te internan son de primer nivel, muy cómodos y agradables. El edificio cuenta con una parte antigua bellísima, que parece un hotel (de hecho, mi prima –que no es argentina– cuando llegó pensó que estaba en el lugar equivocado). En el centro hay un restaurante divino, con un patio con mesitas de hierro y una fuente que te hace olvidarte de dónde estás.
Hay un cajero Banelco ahí adentro, muy útil!