El típico quiosco«al lado del colegio» ofrece de todo, golosinas, bebidas, figuritas y hasta algunos juguetes para salir del paso en caso de emergencia. Abre temprano, por lo que se puede recurrir a él en caso de haber olvidado el jugo o las galletitas para el recreo. La atención es excelente y Gabriel, uno de los dueños, se sabe los nombres de casi todos los chicos habitués del lugar y hasta recomienda golosinas nuevas. Parada casi obligada a la salida del cole.