Roots 1745

banco este lugar y vine varias veces porque cercania y precio: junio´2016 jarra de cerveza + porcion de papas fritas $ 140 (muy buenas papas, bien caseras, demoran un poco en llegar a tu mesa recien salidas de la freidora) o jarra + pizza $ 200 (crocante y con generoso queso) …tambien ofrecen papas con queso o con huevo muy buenas… el lugar en si es grande y comodo para grupos, siempre hay algun lugar para acomodarse y las mesas son enormes… tienen buena oferta de cervezas y tragos clasicos… la atencion es buena, pero a veces cuelgan jugando a la play… seguire volviendo sin lugar a dudas

Fui a festejar el cumpleaños de la Duquesa de este bar –si usara Unilocal– de años. Así que me se hasta el porqué del nombre. Bueno.
En verdad la fachada es rara, parecería un bodegón así nomas pero no, es grande y laaaargo. Muchas mesas para grupos generosos y una barra con todo tipo de botellas (onda la barra de Chaco). La atención fue buena y rápida.
En la mesa ya habían degustado varias jarras de cerveza y cosas para picar. Hay primos onda jarra + pizza o jarra + papas. Como había hambre pedimos una hamburguesa y si bien no era de las gourmet estaba muy bien. Las papas crocantes, buena cantidad. De tragos probé pocos pero se nota que se hacen con alcohol de calidad.
Los baños, al fondo a la derecha pos claro. Limpios y con papel WIN-​WIN. Y tienen varias teles por si hay partido o para música.
Un lugar para ir a pasar una buena noche de after.

Conozco este bar hace más de 5 años.
Resumen de la experiencia:
Horario: After y cena
Capacidad: Amplia. Nunca me pasó de no conseguir lugar.
Producto: Excelente relación precio/​calidad.
Formas de pago: Efectivo, débito, crédito.
Mesas grandes, de madera. Espaciosas. Una barra con banquetas cómodas y mucha onda irish. Lo que más me gusta de éste lugar es que te hace sentir como en casa. Todos están en la misma: salen de la oficina, vuelven de trabajar y quieren tomarse una birra, comerse unas papas y reírse un rato. Nada de lujos, mucha camisa y corbata que se suelta y aparecen tatuajes que gritan rock. Mucho saludo con el dueño y con el mozo, muchos «yo me sirvo, dejá» que denotan el ambiente de confianza que hay entre los clientes y los anfitriones.
Eso en cuanto a ambiente. Siempre cómodo, tipo irlandés y muy casero.
En cuanto a la comida: Todo es tipo casero. La verdad es que nunca entré a la cocina pero siempre me sorprendió que para ser un bar, tengan las cosas tan como en casa y bastante variedad. Papas fritas a los huevos rotos o con cheddar y panceta, picadas con pan de campo y bocaditos de pollo y muzzarella son los clásicos para algo «rapidito» sin mucha elaboración.
Después hay pizzas, hamburguesas y platos variados. ¿Qué comí yo? En 5 años casi todas las variedades de pizza, picadas y muchas papas fritas. Nunca nada me decepcionó.
Ahora a lo importante: LA BEBIDA. No hay tragos muy elaborados, pero están los clásicos bien hechos. Tienen gin tonic del lindo, y preparan unas caipiroskas con frutas de estación (frutilla, maracuyá, etc) que la rompen. Al barman (que es también el dueño del lugar) le gusta jugar bastante con las combinaciones y te invita a probarlas o te hace sugerencias)
Tienen cerveza tirada y embotellada (dicen que lindas, yo la verdad es que excepto Corona no soy muy birra-​fan, por ende me reservo opinión al respecto)
Los precios son bastante accesibles y aceptan tarjeta, sin importar lo que gastes. Eso está buenísimo. Si querés te cobran por separado (te conviene avisar al principio y les llevan la cuenta de los tragos separadas)
¿RECOMIENDO? Sí. La verdad que sí.
Después de 5 años de ir (me queda cerca de las dos facultades donde hice y hago carrera) nunca me arrepentí. Siempre buena onda. Siempre buena predisposición. Comida y bebida rica. Nada ostenta, cumple con lo que promete. Que pases un buen rato con gente linda (porque si estás solo capaz tenés suerte y el dueño te invita a jugar a la play que tiene enchufada en la tele del fondo)

Conocí este lugar por ofrecer platos aptos para celíacos, algo que me permite seguir saliendo a comer con mi mamá sin pagar precios exorbitantes.
Siempre voy al mediodía y sirven una variedad de comidas super caseras, abundantes y a precios accesibles.
La ambientación se asemeja a un bar irlanés, la disposición es cómoda y eso es importante porque al estar en una zona tan centrica en general está lleno pero cada uno conserva su espacio personal.
La atención es excepcional, las chicas que atienden tienen la mejor onda y son muy amigables (si vas seguido se acuerdan de vos), te preguntan constantemente si necesitas algo pero no hasta el punto de sofocarte.