Basquiat Street Pub

Me encanta. Amo todo. Posta. La ambientación, la música, la iluminación, muebles, tragos, gente… Me quedo corta. Cada vez que voy la paso excelente, los precios son accesibles y conocés gente muy buena onda; un ambiente para que cualquiera se enganche. Si están en Rosario, es un must

Very nice location I had the «Burger Basquiat» which was marvellous!!! Rock’n’Roll…

Un lugar con mucha onda y una impronta muy propia. Es un espacio en donde el arte se respira y en onde convergen muchos estilos artísticos. Tiene un tinte juvenil y una mezcla de colores y texturas pocas veces vista. Vintage y moderno al mismo tiempo

Basquiat es un lugar que si pasas por afuera, capaz que no entras, pero seguro que si escuchaste hablar, estas obligado a conocer…
Su ambientación es algo fuera de serie en lo que es Rosario, y es lo primero que llama la atención y te hace sentir en un lugar de diversión, de muy buena onda. Hay graffitis, muchos colores y decoraciones que dan un toque especial a la hora de despejarse. Tiene una barra dentro y una afuera en un pequeño patio donde podes estar parado tomando algún trago o cerveza que ofrece la carta. El patio tiene algunas plantas, luces que siguen con el buen clima que brinda su decoracion…
Hay un sótano con algunas mesas para aprovechar aún más el espacio…
La comida es buena, probé mollejas al verdeo con papas noissette y estaban terribles!
Hay happy hours y está muy de moda para ir a tomar algo previo al boliche, ya que más entrada la noche, la música sube un poco de volumen…
Me quedé con ganas de probar los tragos, que a la vista en la barra, hay muy buenas bebidas que invitan a hacerlo…

Cuando vi la fachada de Basquiat y me di cuenta que era un bar temático sobre el famoso pintor mimado de Warhol quedé tentado a entrar, lamentablemente si bien la idea del street art está bien plasmada el resultado no termina de cuajar.
Basquiat sería un bar más si no fuera por el nombre y por usar el arte para empapelar las paredes, un menú poco provocativo y un ambiente que no evoca el torrente de creatividad que fue Basquiat como artista.

El lugar es cautivador desde afuera, aunque no aparenta toda la magia que tiene contenida adentro. Los decoradores del lugar se merecen un aplauso. Es uno de los pocos lugares en Rosario donde los toques decorativos no son meros adornos sino que conllevan todo un significado: supieron exprimir al máximo la personalidad y la obra del pintor estadounidense Jean Michel Basquiat. Divertido, trasgresor, y trash, pintor de las calles neoyorquinas.
Nos sentamos en una mesa redonda y pequeña que estaba en una esquina, la única desocupada. Sin embargo, no quedamos ajenos al encanto del lugar. Ni un metro cuadrado librado al azar.
El mozo se acercó inmediatamente a traernos las cartas. Andábamos con poca hambre por eso decidimos pedir comidas que salgan rápido. La carta no es demasiado extensa. Hay entradas, comidas rápidas y algunas opciones de platos elaborados. Decidimos comer unas papas con queso arriba acompañadas por una cerveza, claro.
En el lugar se respira el arte de las calles neoyorquinas de los años ochenta. Gente joven, buena música, ambiente cálido y colorido. Nos contaron que abajo hay una sala para mostrar obras de arte, pero cuando quisimos acceder nos dijeron que estaba cerrada. Bajaré la próxima. ¡Porque obvio que pienso volver!

Basquiat street pub es un bar que está muy de moda en Rosario. Ubicado en Brown casi Alvear, esta casa vieja remodelada con mucho arte temático en honor al artista plástico neoyorkino Jean –Michel Basquiat, es un lugar con mucha onda para ir a tomar algo con amigos.
La decoración es muy linda y colorida, las paredes están plagadas de graffitis. Los muebles distintos le dan un aire muy relajado y cool. El patio interno con las plantas en macetitas de colores y las proyecciones en la pared es el espacio más codiciado por los fumadores. La música a (a veces en vivo) crea un lindo ambiente, pero no molesta, así que felicitaciones por ello. En el subsuelo hay una galeria de arte donde los artistas locales exponen y vale la pena dar una pasadita.
Los tragos son muy ricos y las jarras de Campari, son la novedad que atrae a muchos grupos femeninos. También hay varios tipos de cervezas en la carta, pero no artesanales. La comida es tapeo y picaditas pero más del tipo yankee y frito, sin embargo es rica.
Los jueves, viernes y sábados el lugar explota, así que si tienen planeado ir en esos días, ¡HAGAN RESERVAS!

Si hay algo bueno que tiene Basquiat eso es la onda que tiene. Con una cuidadísima puesta en escena en su decoración, la apertura de este bar nocturno ha hecho que muchos rosarinos conocieran a Basquiat, el grafitero neoyorquino a quien honra el nombre.
Lugar zarpado en arte, está muy bien para salir a tomar algo, para sentirse en un bar de otra ciudad, de Brooklyn quizás, la comida, sin embargo, no es su fuerte.
Actualmente en un lugar que se usa tanto para el happy hour como para comer algo y hacer la previa antes del boliche; aunque en algún momento se armaba conga, sobre todo en el sótano, un reducto dedicado a las exposiciones de arte. Ahí abajo, dicen, cualquier cosa podía pasar.

Me encanta porque tiene una mezcla hermosamente desordenada de todo.
Muebles de todos los estilos, plantas, colores, luces… Muchísimo estímulo visual, buena música, buen ambiente y rica comida.
Fui en varias oportunidades donde estuve sentada tanto adentro como afuera en el patio, amo los bares con patio, tener esa posibilidad de salir a tomar una bocanada de aire fresco.
Tema carta: tienen bastante variedad, yo para este estilo de bares siempre prefiero picotear y tomar rico más que sentarme a comer un plato. Recomiendo la papa rellena!
Si van a ser muchos RESERVEN porque el lugar no es gigante. Desde las 18hs los atienden.

Es un bar que me gusta pero al que sin embargo voy poco. Fui varias veces con amigas y me pareció que se ajusta a ese tipo de salidas.
El diseño del espacio es muy estético y cuidado, muchos colores, muy moderno, un patio con plantas y proyecciones en la pared, supercuidado y cool.
Siempre comí tapas o cositas para picar y muy ricas. Las rabas deliciosas. Una de las veces llegué por un amigo que exponía cuadros en el subsuelo, y ese día pude probar la cerveza Volk que me pareció muy buena.
En todas las ocasiones la atención fue buena, los mozos superamables, de esos que te recomiendan y te sugieren lo justo, para que no haya comida de más, para que no repitamos platos y con una sonrisa, muy buena onda.
Si es para ir a cenar un fin de semana, conviene reservar porque se llena a la hora de los tragos. ¡Ah! Los tragos, fantásticos. La carta es variadísima, de esas en las que no sabés qué elegir. Hay con base de varias bebidas blancas y de todo, muy ricos.
El precio está en el rango de un espacio de este tipo, tiene su costo, pero la comida y la bebida es buena.
Lo único que no me gustó, o que me disgustó la última vez que fui, fue la higiene de los baños. No había agua ni elementos para asearse las manos y con el pasar de las horas se puso cada vez más complicado. Sucedió sólo esa vez, así que cuento con que justo ese día hayan tenido algún problema.
Es un lugar para ir a conocer… y para ver lindos chicos ;)

Está bien, es lindo. Pero para nada casual, todo está estratégicamente pensado y medido para que en el Facebook se vean unas fotos re cancheras, que sólo le sacan –obvio– a los cancheros, soy un anti-​todo-​eso. Porque además la verdad que Basquiat, el pintor, era una artista impresionante, no se merece tanta frivolización.
Los precios no son de los que me gustan a mí tampoco, ésta es su epoca boom entonces un toque se abusan.
Hay feria de ropa de espacios chiquititos independientes que diseñan o pintan y otras actividades así, que parecen siempre lindas, pero insisto: F r i v o l i z a c i ó n.
Peeeero bué, si te gusta el mambo after office de esa onda, este lugar te va bien, los tragos son muy ricos y hay bastante para comer.
Algo re feo: En la puerta hay de esas azafatas que si tu presencia no es ad-​hoc te dicen que todo está reservado.
¡Pulgar abajo, #basqui!

¡Qué noche la del sábado! Los signos de admiración se deben al descubrimiento de este Street Art Pub.
Entrás y es como si estuvieras en el corazón del Bronx. Paredes pintadas con graffitis, dibujos por doquier e instalaciones de cualquier tipo. Una bicicleta pintada que cuelga en una de las paredes de ingreso es lo que logra captar tu atención y ayuda a que digas «este es mi lugar». Artefactos de hierro intervenidos por algún artista local es lo que te te lleva a seguir mirando como una persona que recién llega a la gran ciudad.
El patio techado permite a los fumadores (cosa que en Rosario es difícil encontrar en bares nocturnos) seguir apreciando el arte. La pared donde el proyector transmite videos de música toda la noche, tiene una repisa de hierro tiene plantas colgando de toda clase.
Un dato importante, es que aceptan tarjeta de crédito, y que no es caro. La carta es amplia y la comida es rica. La vedette de la noche fue la caipirinha de Maracuyá, que entre temón y temón fueron varias.
Abajo hay un subsuelo que funciona como galería de arte. Siempre hay algún artista que presta sus obras para que los locales se deleiten. Si querés hacer una reserva, tené en cuenta que comienzan a atender a las 18 hs. Qué bueno que Rosario tenga lugares donde el arte esté en su máxima expresión.

Una propuesta diferente, moderna y MUY artística. Basquiat es un bar temático, donde el ambiente te sumerge en la mente del artista neoyorkino Jean Michel Basquiat. Y no hace falta ver todo el bar para darte cuenta que le sobraba creatividad. Todas las paredes son soportes, ya sea para una instalación o pequeño graffiti, que te hacen sentir esa buena vibra artística que ayuda a desacelerar después de una semana de laburo.
Más allá de la ambientación, es EL Happy Hour de la ciudad. Lleno de gente joven (digo, más joven que uno: 21 – 30 podría decirse) que le mete mucha onda y está siempre dispuesta a festejar sin motivo necesario aparente. Imposible no pasarla bien!
En cuanto a la oferta gastronómica, la cocina tiene muy pocos platos de autor (ahí hay una posibilidad de desarrollo) y se limita mayormente en repetir el menú de pubs y restaurantes que imitan la comida estadounidense. No obstante, siempre es bueno probar los langostinos.
Coctelería de autor e internacional, mucha variedad de cervezas y a veces hacen eventos con distintas marcas con juegos y kermeses. El bartender residente, Memo, sabe lo que hace. El que sí tiene bastante desarrollado su arte es Enzo, pero tendrías que ir a desayunar o almorzar para poder cruzarlo. Viene perfeccionando su arte como barista y cada vez que puede decora y personaliza tu desayuno (fotos pendiente!).

Basquiat inauguró en 2014 y con su diseño y buen gusto se ganó un lugar en la agenda de los rosarinos.
Entrando al lugar se ven a la izquierda una gran barra, mesas redondas altas y sillones, y a la derecha mesas cuadradas donde uno puede ubicarse siendo un grupo más amplio. El patio, separado por una pared con vidrios de colores, es también grande y definitivamente el lugar preferible de llegar temprano y encontrar lugar. Tiene también un subsuelo donde se pueden ver obras de arte.
La decoración del lugar está inspirada en el pintor de arte contemporáneo del mismo nombre cuyas obras se caracterizan por los colores fuertes y su temática de protesta en representación de las minorías afroamericanas y latinas en Estados Unidos. La música acompaña el estilo y siempre que fui estuvo en un volumen adecuado para poder también charlar.
La carta tiene opciones interesantes como una tabla de diferentes carnes, una buena opción para compartir.
Se puede encontrar una considerable variedad de tragos y está la opción de jarra de campari que no suele encontrarse.
Basquiat es una buena opción para cortar la semana y disfrutar de una noche con amigos en Pichincha. El horario de atención es de 18 a 3hs, y suele no haber lugar después de las 00.30hs por eso es recomendable ir más temprano.

¡Qué qué qué lindo lugar! Lo admito: los bares– restaurantes que están pensados con mucho énfasis en una decoración artístico– descontracturada me pueden! Sí, soy fácil de convencer con eso. Y Basquiat Street Pub es uno de esos bares de los que, si viviera en Rosario, probablemente sería una habitué.
Por recomendación de periodistas rosarinos llegué a este lugar un sábado por la noche. Me contaron que solía ser un bar sin onda justo frente al Registro Civil pero ahora todo cambió con las luces, barras, cuadros y arte que pulula en todo el espacio. La atención fue amable considerando que llegamos un sábado sin reserva y nos consiguieron una mesita en el patio (lugar especial… más si fumás). Adentro está muy bien también… sobre todo para los acalorados que necesitan del aire acondicionado.
Además hay una galería «The hall of shame» (si no me equivoco con el nombre) con arte contemporáneo que le suma al lugar con proyecciones, muchas plantas y buena música. Podés chusmear sus listas en Spotify.
Pedimos unas cositas para picar … un sí rotundo a los daditos de muzzrella rebozada con salsita picante. Las rabas ok (me hubiera gustado que la porción fuera más abundante). Y los barquitos de papa (servidos como papa al plomo) estaban bien aunque era un bardo para repartirlos ja!
El trago bien… caipirinha de maracuyá. No estaba muy fuerte… pero yo estaba tan cansada que sentí como si me hubiera tomado cuatro :)