Froilan

En la zona sur de la ciudad se encuentra una de las tantas heladerías de Rosario, abarcando toda una ochava en la Avenida San Martin y el pasaje Ámsterdam. Si hay algo que sobra en Rosario, claramente son heladerías…
Tiene varias sucursales en los alrededores de la ciudad, mi tío (que trabaja en Villa Gobernador Galvez) me contó que allí hay una.
Por su fachada Froilán parece más un bar que una heladería, la cual es moderna y con una muy buena iluminación, acompañadas de dos palmeras en su patio exterior.
Tenes 2 opciones para elegir a la hora de tomarte un helado acá, te podes sentar adentro con el aire los días que hace demasiado calor, o podes hacerlo afuera y disfrutar del aire libre, fumando un puchito con vista a la avenida.
En esta heladería no todos van a tomar solo helado, también podes ir a desayunar o merendar con un rico café y una porción de torta.
Yo diría que Froilán es una heladería media con respecto a sus sabores: No son ni tan «vacíos» como los de Grido, ni tan cremosos como los de Yomo.
En lo que respecta a precios diría que es justo en relación al precio-​cantidad-​calidad.

Tuve un novio que sus padres vivían en la zona sur y cada vez que iba a cenar a su casa de postre comíamos helados de esta casa, son normales, no decepcionan como dice Unilocal.
Siempre comprábamos para llevar, en realidad compraban ellos pero un buen día salimos a tomar un helado y conocí el local, la verdad es que es muy moderno y sobrio, es lindo muy lindo. La atención es buena y amable, como siempre digo, tienen mesas adentro y afuera, aire acondicionado, no le falta nada en cuanto a infraestructura pero los helados mmm. no son mis preferidos. Como ya escribí mil veces soy fanática de los helados y estos no son mis preferidos, igual son ricos, bastante ricos.
Si andan por la zona sur y se tientan de helado es una buena heladería para salir de la tentación.

Froilan es una heladería de zona sur. Ubicada en una gran esquina. La verdad que a simple vista no parece una heladería, es mas bien oscura con un letrero pequeño en lo alto.
La esquina es muy amplia y Froilan tiene varias mesitas ubicadas sobre ella. Por la mañana hay bastante gente desayunando, es una esquina muy tranquila y es muy barato.
El helado también es muy accesible, va! en realidad en Rosario el helado suele ser muy caro y esta heladeria lo tiene a muy buen precio. Si bien no es el helado mas rico de la ciudad, está muy bien. No es artifical, ni tiene gusto a conservantes, es un rico helado artesanal, pero no de los mejores!
Ame el piso de la heladería, baldosas todas de diferentes colores, en colores tierra. El lugar tenia cosas muy buenas en cuanto a decoración pero no había armonía en el conjunto. Como que le falataba una vuelta de tuerca o un concepto que aglutine todas las partes.

A simple vista no parece una heladería, su fachada parece ser más bien la de un pub tipo irlandés. Tampoco parece una heladería en general, sobre todo porque mas allá del cartel con el nombre, en la puerta tiene un cartel grande que anuncia el precio del desayuno a 23 pesitos.
La descripción del desayuno no incluye helado, lo que en mi opinión un desayuno con helado le habría dado un toque distintivo. Tiene algunas mesitas afuera, unas plantas y adentro el lugar parece estar dividido en dos. Es angosto, tiene un espacio pequeño y otro un poquitín mas grande.
Los gustos de helado son normales, nada muy mágico, el sabor lo mismo, no me sorprendieron.
En fin una heladería, así como para tomar helado, no me tomaría un bondi para ir ahí. Respecto a los precios de los helados está en la media que el resto de las heladerías Rosarinas, la atención correcta, ni más ni menos.
En el cartel de adentro los gustos están divididos en carteles tipo «bocha de helado» separados uno de los otros y divididos por categorías. Esto es un tanto confuso, o yo soy un poco distraído, pero en un momento, mientras veía el cartel de las «cremas» pensé… «che no tienen frutales». Bueno, estaban medio metro a la derecha. No se, incomodo el panel y a la gente con Alzheimer y a mi quizás los confunda.

Durante los veranos, mi estadía preferida es en las heladerías. Nada de casas quintas ni piletas. Heladerías. Y una de mis preferidas es Froilán. No sólo porque tiene una variedad e gustos muy amplia sino también porque están a un muy buen precio. Es la combinación perfecta de buen precio + calidad.
Esa noche, parecía no haber nada mejor que coronar una buena cena con un buen helado. Así que decidimos pasar por Froilán. Nada de comprar el kilo, o el cuarto para llevar. A mí me gusta ir a la heladería y comprarme el cucurucho con dos o tres bochas y tomármelo ahí, afuera o adentro.
La decoración de Froilán es amable para quedarse ahí. Escapa al blanco y los colores pasteles de las heladerías tradicionales y con un color gris visón se las arregla para darle confort al ambiente. Unos toques de color y mobiliario de aluminio plateado bastan para generar un lindo espacio. Elegimos sentarnos afuera, porque tiene un lugar muy lindo ahí, una especie de patio que da a la vereda sin estar sobre ella.
Un recomendado: el gusto granizado. No probé otro igual en ninguna otra heladería. Lleno de trozos de chocolate del mejor.