Gnv Genoveva Resto Bar

Genoveva es un Bar y Restaurante de pizzas, pastas y grill, es muy conocido en la zona del Paseo Alberdi, lo conocí yendo a la cancha de Rosario Central que queda allí a pocas cuadras, cuando hay partido esa zona se llena de hinchas con sus camisetas a rallas verticales azules y amarillas.
Es un local grande, generalmente es tranquilo… dicen porque cuando yo lo ví estaba lleno, las pantallas de los televisores seguían la transmisión desde la cancha y eso aumentaba la efervescencia de los canticos de la hinchada.
Este lugar se llama Genoveva, sin embargo muchos le llaman Génova, porque así es el nombre de la calle, pero ese es un error! Si vamos a llamar las cosas por su nombre a Genoveva le decimos Genoveva!
En Genoveva podes desayunar, almorzar, cenar o comerte algo rápido en cualquier horario del día, ya que tiene amplios horarios abierto al público. Y las horas felices son muchas más que la de los bares del centro de la ciudad, acá desde las 16 y hasta las 22hs hay descuentos importantes!
Todos los días tienen 12 platos como menú del día que incluyen bebida y postre, hay variedad de platos y de plata! Desde $ 60 a $ 80!
En pizzas tiene su sello propio en la pizza a la piedra Genoveva a la cual le preparan con doble muzzarella, panceta y cebolla, además se nota que le ponen ganas de que salga rica y lo logran!

Este bar/​restaurante abrió hace un par de años en la enorme esquina de calle Génova y Avenida Alberdi. Ni bien abrió fue furor, y hasta hizo que otros bares cercanos comenzaran a decaer.
Vine a este lugar dos veces y fue en dos horarios distintos. Una vez vine a desayunar y a decir verdad es un desayuno común, nada del otro mundo. Y otra vez vine al mediodía a almorzar. Tiene una carta con varios menúes y diferentes tipos de platos para las diferentes comidas. Pedí una ensalada que dejaba mucho que desear.
En mi opinión esto fue porque se especializan más en las cenas, en la noche, que es cuando más gente concurre. Especialmente los fines de semana que hay karaōke y a veces shows.
No es de mis favoritos ni llama mi atención, pero el lugar está bueno. La atención fue buena las veces que vine, y los precios son accesibles.

Estábamos desarmados de tano caminar al sol, bajo condiciones que se acercaban a las desérticas, y solo necesitábamos aire acondicionado, wi-​fi y un lugar medianamente tranquilo donde reponer fuerzas.
Está emplazado en una esquina muy transitada de Alberdi, y nos pareció bien, entramos y casi nos desmayamos de cansancio.
Pedimos café y contraseña, es algo ya común en nosotros, enganchados a la informática pero no por los amigos, por los parientes. Es el sistema que utilizamos de conexión con los chicos y los grades.
Fotos de risa y selfies que trasmiten lo que uno está haciendo.
La verdad que el bar está bien, no es de los que más me gusta, pero es muy grande, la atención es buena y amable y lo que me molesto fue el volumen de esa música sin autor conocido que más que ambiental es destroza cabezas, la bajaron ni bien lo solicite.
Allí nos enteramos que los sábados hacen cena show, los viernes karaōke y suman a la carta parrilla.
Cuando mi mujer volvió del baño me dijo que dejaba bastante que desear, y la verdad que cuando pase al de hombres, me asome y era peor que lo que ella me explicaba.
Los platos son picadas, rabas, hamburguesas que veía en fotos de esas sin identidad autentica de lo que te encontraras en el plato.
No es nuestro estilo, para i fue solo un bar de paso.