Para ser sincera, amo el lugar, tiene todo lo que uno necesita para ser feliz; buen ambiente, super cálido, excelente atención(Pedro el mesero es un amor) y la mejor comida de San Isidro. En los últimos tiempos es imposible ir sin reserva, pero la verdad que el lugar vale cada peso que pagas. Voy siempre y pienso seguir yendo.
Dario J.
Place rating: 5 Buenos Aires, Argentina
Excelente lugar para comer al aire libre una noche de clima cálido. La carta si bien no es extensa cumple perfectamente. He ido en tres oportunidades y siempre salí satisfecho por la atención y la comida. Es recomendable reservar ya que es una especie de puertas adentro y no tiene tantas mesas. Con amigo o en pareja una gran opción en el bajo de san Isidro. Importante solo efectivo
Tano G.
Place rating: 3 Buenos Aires, Argentina
Es un lugar chiquito y calido, la decoración es muy agradable. La atencion muy personalizada y servicial. Fuimos buscando un lugar romantico y lo es, pero seria mucho mejor si las mesas tuvieran un poco mas de intimidad. La comida es buena pero no nos parecio memorable como para volver seguido. Igual esta bien conocerlo.
Manuel R.
Place rating: 5 Beccar, Argentina
Excelente restaurant en el bajo de san Isidro. La atención es muy buena y se recomienda reservar mesa si son mas de cuatro ya que son las que se ocupan rápido. Si van de a dos se encuentra mesa con un poco de suerte. La comida es excelente y sale bastante rápido. Soy concurrente
Santiago S.
Place rating: 5 Beverly Hills, Estados Unidos
Lugar hermoso. Fuimos con mi novia y lo pasamos excelente. Comimos el lomo al champiñón que estaba delicioso, buena carta de vinos, atendido de forma descontracturada pero muy atenta. Super recomendable!
Santiago R.
Place rating: 4 Buenos Aires, Argentina
Lo que se destaca de este lugar es el ambiente que como dijeron las chicas, tiene una puesta en escena ideal para ir con tu pareja. En mi caso, las veces que he ido siempre reservo para sentarme en la galería, donde es mas aun mas relajante que el interior por su decoración, y la vista. La carta es simple pero variada, no deja de sorprender con toques distintivos en cada plato. Podemos comer desde salmón hasta pollo con entradas de tapeo español, un rico vino, tiene varias bodegas para degustar. Por ultimo destaco la atención de los mozos que siempre tienen buena onda, bien predispuestos. El precio es normal para este tipo de lugares. No es de los mas baratos pero vale.
Milena C.
Place rating: 3 Buenos Aires, Argentina
Sudeste es el restaurante perfecto para ir con tu novio/a. Ubicado en el bajo de San Isidro, ofrece un ambiente cálido, íntimo y un servicio personalizado. Desde el vamos, hay que reservar por teléfono. Te podés llevar tu propio vino porque ofrecen descorche. La vajilla es divina, todos platos distintos heredados de abuelas, copas y vasos de cristal. Muchas velitas en la mesa. Se vuelve muy romántico. Yo me senté en la galería, donde se permite fumar, pero también hay un espacio al aire libre con un jardín muy bien iluminado. Decidí ir por la especialidad de la casa: supremas de pollo en reducción de cerveza negra con espinacas a la crema y bastones de polenta crocante. Riquísimo. La cantidad justa, el sabor indicado. Muy recomendable. De postre una tarta de manzanas con helado de crema americana. Los precios están bien para la atención que ofrecen. Lo único malo es que solo aceptan efectivo. Si te interesa te podés anotar en su mail listing y te llega semanalmente el menú.
M. Victoria M.
Place rating: 5 Buenos Aires, Argentina
Para todos aquellos que creen que sólo Capital concentra polos gastronómicos, ¡pues no! En el Bajo de San Isidro, barrio que hace no demasiado se inundaba de forma monumental y donde hay que ir sí o sí con auto –salvo que tengamos ganas de calentar el asiento del 168 rojo-, surgió, de a poco y con paciencia, un rincón donde hay más de 8 restaurantes, donde es difìcil encontrar estacionamiento y donde hay que pedir reserva. Y Sudeste se destaca en este rincón. Por qué. Sudeste es el lugar perfecto donde ir en modo íntimo, de a dos, de a tres, pero no mucho más. La propuesta es escueta pero de una calidad impecable, sea por su atención, por su comida, por la ambientación, por la combinación de las tres. La carta no tiene más de 4 entradas, ni más de 8 platos [donde hay una alternativa de carne blanca, roja, pescado, pasta y vegetariano], ni más de 4 postres, todos hechos con el mismo esmero, el mismo gusto y la misma calidad. El vino se trae desde casa para pagar el descorche, aunque también podemos acompañar la cena con tragos [gin tonic, cuba libre, una propuesta tradicional]. La atención, cálida y atenta, se agrega a un ambiente a media luz, con pocas mesas, suficiente espacio entre ellas y un jardín para aprovechar cuando la temperatura acompaña. La puerta la abre el dueño, es recomendable reservar y no aceptan tarjetas. Eso sí, aceptan Club La Nación un día por semana –los miércoles, si no recuerdo mal-. Aprovechen, lo vale de verdad.