Bar Señor Monkey

Conozco este bar desde que tengo uso de razón. La primera vez que carreteé en él tenía apenas 20 años, ahora uuuyy… sólo les puedo decir que son más de 10 y sumando.
Este antro se llamaba «La Terraza» en esos tiempos vendían hasta pollo asado. Incluso había como un letrero luminoso dentro en el que había un pollo. Pasaron los años y cambió de dueños, el apellido del nuevo señor era Carmona, por eso le puso «Carmobar». Este, por decirlo de manera elegante «restobar» se llenaba toda la semana y la cerveza valía luca, incluso uno podía dejar empeñado el carnet y te fiaban chela y un completo para el bajón, jajajaja era muy chistoso.
Con mis compipas de la U salíamos siempre abrazados cantando y sin ni uno para la micro. Qué buenos tiempos y qué ebrios recuerdos! Incluso había un sector vip en el cual cenaban y tomaban vino en botella oficinistas del sector, gente mayor, nosotros varias veces les bolseamos cigarros y nos regalaban una cerveza. Hoy se le conoce como el Señor Monkey. He ido creo un par de veces, pero los recuerdos me superan. Obviamente ya perdió la magia de aquellos años.
Hoy ya no es tan prendido, incluso las veces que he ido está medio vacío, debe ser también por la nueva ley de tabaco. En fin, gratos recuerdos de este ahora llamado bar, pero que en mis tiempos era un antro de la perdición, con mucho cariño eso sí. Visítalo, quizás tengas tu propia historia con este lugar.

A pasos del metro los héroes nos encontramos con este bar universitario, un lugar para reunirse y tomar la tan típica cerveza entre estudiantes.
Debo admitir que paso la mayoría de mis viernes en este local. No es que me encante, pero está tan bien ubicado y está tan cerca de mi universidad, que no hay necesidad de cambiarlo, pues cumple con todos los requisitos que como jóvenes guachaca pedimos.
Si bien no es el lugar más bonito del barrio, Monkeys destaca debido a sus ricos –y baratos– terremotos, a las tan típicas chelas, a sus bajones (chorrillanas para morirse), a parte de la buena onda del local, la música que ponen y el grafiti único en las paredes, y es que no queda espacio sin nombre, teléfono o tontera escrita sobre la pintura del local.
Si lo que buscas es un local pituco, definitivamente estos no son tus barrios, pero si buscas un buen lugar para pasarla con amigos, sin moverte mucho del barrio universitario y con pocos billetitos, este es el lugar indicado.

Uno de los bares más conocidos del barrio universitario.
Si las paredes de Señor Monkey pudieran hablar, agárrate cabrito, porque qué cosas dirían. Es excelente para r con los amigos después de un día largo y tedioso de la universidad. Típico encontrar o gente de la UDP o de la Santo Tomás.
Eso sí, creo que donde se llevaron la medalla de oro es para ver partidos de fútbol. Yo fui el miércoles con un grupo de amigos de la U y vimos el partido de Chile-​España en patota. FUE ÉPICO, no solo porque tomamos más cerveza que la ñoña (le subieron el precio eso sí ese día de $ 1.400 la botella de Becker a $ 1.800), si no porque el ambiente, la gente gritando, cantando, coreando el himno nacional (no escuché cómo sonaba en el Maracaná, porque el griterío que teníamos en Monkeys era monumental). En fin, fue un buen partido no solo por el resultado, sino que por la compañía y el ambiente que se generó.
Pero Monkeys no es solo chupar chela como mano en la cabeza, también venden terremotos (eso sí cuidado con las guatas ligeras, que no es apto para pajaritos) y para matar el apetito (o para el bajón), venden compeltos a $ 500 y salchipapas GIGANTES para compartir.
Ideal para los estudiantes universitarios para festejar que las pruebas terminaron.