Café Mosqueto

Es rico y simple el café mosqueto, pero siempre que ando por el sector, paso, porque tiene unos dulces muy buenos, sumado a unos quiches que son geniales! Recomendado!

Un simpatico local de buen sabor donde puedes realizar la antesala… discreto…entrete …De todo un poco sin mucho regodear

Mucha madera, mucho libro, sillones a la pared. Ventanales por donde entra la luz, barra de madera, aire acondicionado.
Jugo de naranjas, café, soda.
Atención muy amable y un alguito a estar en el sur viendo, llena de comida y sin una gota de frío como llueve afuera. Las tostadas con palta son 4 mitades, nada de cosas para quedar con hambre.
Me encantó como me atendieron

He ido un par de veces a este lugar. Me quedaba al paso de donde trabajaba hace un tiempo. La primera vez que entré fue con una amiga de la U y otro amigo que conocí en la pega. Nos encontramos por casualidad los tres en el centro, fue gracioso y fuimos por un rico café en este lugar.
Me di cuenta que había varias parejas disfrutando de la hora de onde con panecillos. Uno de ellas captó mi atención, principalmente porque en la panera quedaba un sándwich que ninguno de los dos quería comer, me dio risa y pensé que debían estas recién saliendo, porque de otra forma ese panecillo hubiera desaparecido al instante, en fin cosas que hace uno cuando recién conoce a alguien, así como guardar la compostura.
Otra vez que fui pedí leche con plátano, estaba buena. Aunque el café de la vez anterior nada de otro planeta, eso sí el lugar es simpático, piola para conversar un rato con una amiga y que el ruido no te supere. Es ideal para reunirte con alguien al que vienes conociendo, onda primera cita. Es bonito, pero no hay lugares mejores. Por otra parte, el baño es demasiado chico, al menos yo tengo que ser un tanto contorsionista para ocuparlo. Igual piola el lugar, al menos para beber café o leche con plátano y conversar.

El Café Mosqueto es una muy buena opción para atacar el hambre en cualquier momento del día, ya que su oferta es mucho más que brebajes calientes y masas dulces, tienen siempre a disposición una amplia carta, con buenísimos almuerzos y a precios razonables.
Para el almuerzo puedes disfrutar de deliciosos quiches, ensaladas como la maravilla de salmón, o una deliciosa lasaña.
Para la hora del té, la opción es mucho mayor, entre tortas, muffins, medias lunas y lo que se te ocurra, siempre con el dulzor exacto.
Que el café esté situado en la calle Mosqueto, le añade positivamente la tranquilidad, de no estar al lado de la calzada ruidosa como en José Miguel de la Barra, y la ambientación del café es muy elegante y acogedora.
Les recomiendo el submarino en días fríos, o la carta de cafés del mundo.

Cuando vivía sola en el barrio Bellas Artes, en calle Merced, café Mosqueto se transformó en uno de esos lugares ultra necesarios que yo frecuentaba con asiduidad, para escapar del estrés laboral y usar el wifi. Y como se hallaba justo al lado del edificio donde vivía, iba allí todas las semanas.
Lo primero que encanta de este acogedor café es su estética, rodeado de vivaces plantas, con mesas de madera y espacios amplios donde sentarse, ya sea dentro o fuera del local. A mí me enamoraban sobre todo sus individuales, en los que se aprecia la lectura de un poema de uno de mis escritores favoritos: el portugués Fernando Pessoa. En el individual aparece una ilustración del escritor. Y el poema, como no podía ser de otra forma, es una oda al café. A la vida rutinaria que se vive dentro de los cafés de ciudad.
Mosqueto es, ante todo, un café exquisitamente literario. Y acogedor, por supuesto ¡Sobre todo en invierno! Creo que perdí la cuenta de la cantidad de tés y chocolates calientes que me tomé en ese lugar, bebidas que recomiendo, pues son deliciosas allí. También es muy bueno su pie de limón. Se nota que está hecho al modo casero.
En este café también puedes pedir prestados alguno de los libros que se encuentran tras una amplia vitrina, detrás de las mesas con sillones mullidos en los que realmente vale la pena sentarse, pues no te querrás parar, sobre todo si afuera está lloviendo o corre un viento frío.
Aunque los precios han subido un poco y podrían parecer elevados para muchos, yo recomiendo mucho visitar café Mosqueto. Al menos una vez. Lo disfrutarás tanto como si estás acompañado como si no. Allí hay libros. Y con libros, nadie está solo.

Este un excelente lugar para relajarse y a la vez compartir un rico café. Tiene una variedad de café para ofrecer como el colombiano y el de la india, todo esto lo puedes acompañar con un rico pastel o trozo de torta.
Para quienes gustan más de lo salado, que es mi caso, los quiches son realmente muy buenos. Además la atención es excelente. Si vas un fin de semana te aseguro que te quedas más del tiempo previsto, ya que el ambiente es relajado, cálido y muy agradable.
Es importante mencionar que tiene una selección de libros muy interesantes, para quienes disfrutan de leer en las tardes, en sus tiempos libres o indagar sobre algún tema interesante. Definitivamente es un local muy recomendable.