Mi abuelita va dos veces a la semana sagradamente a clases de hidrogimnacia y estímulo de la memoria. No se pierde ninguna, salvo que la salud se lo impida. Luego se queda a almorzar con su grupo de amigas y organiza algunos de los viajes que va a asistir con la Caja de compensación Los Andes. «La Caja», como ella la llama es muy importante en la vida social de mi abuelita. Gracias a ella asiste a cursos, talleres y paseos. Claro que ninguno es100% gratuito, pero los precios son bastante accesibles para sus afiliados. Pero ojo que las cajas de compensación no sólo tienen beneficios para los abuelitos, también tienen becas para estudiantes, bonos para maternidad y mucho más. Los invito a revisar los beneficios de su caja de compensación, yo me quedo con la Caja Los Andes.