Desde pequeño las visitas a la Plaza de Armas de Santiago era una grata obligación(cuando la plaza en realidad le hacía honor a su nombre y no un patio de cemento que nos venden como progreso). Recuerdo que en el camino nos topábamos con la Librería Manantial y que me llevaba una que otra baratija para pintar(Manantial siempre se ha caracterizado por tener libros y juegos didácticos para niños de distintas edades). La historia la he repetido con una de mis sobrinas que acompañándome a comprar a la tienda, se ha embelesado, más de una vez, con aquella sección dedicada a los niños. La librería en sí es amplia y se permite el libre tránsito(siempre vigilado por algún guardia), para revisar libros y abrir el apetito entre sus estantes inacabables. Todo permanece en orden y uno, simplemente, va al estante que más le atrae para hallar lo que busca. Uno de los puntos en contra, es el precio de los libros, regidos drásticamente al mercado que en el país manejan tres o cuatro librerías importantes. Aun así es un lugar recomendable por su atención, y tradición ciudadana.
María Paz C.
Place rating: 5 Santiago de Chile, Chile
Desde pequeña visité esta tienda, principalmente porque por alguna razón que queda entre las grandes dudas de mi familia, mi madre tenía crédito ahí. El espacio queda inserto en un lugar con una historia reciente impresionante: comparte instalaciones con la Catedral de Santiago y a su vez en su tiempo, fue la Vicaría de la Solidaridad, la que en dictadura, ayudó a muchos a buscar la justicia que necesitaban. Además de infinidad de libros, cuenta con una ubicación privilegiada, pues está en pleno-pleno centro, en plena Plaza de Armas. También si buscas literatura ligada a lo religioso, puede ser que encuentres material que no hay en otros lugares.
Mónica D.
Place rating: 5 Santiago de Chile, Chile
La Manantial es una de las librerías más tradicionales del centro de Santiago. En plena Plaza de Armas y a un costado de la Catedral, el local tiene dos entradas, la que se encuentra de cara a la plaza es de arquitectura clásica, con grandes naves de más de cuatro metros de alto que dan paso a una planta enorme donde conviven todo tipo de secciones: literatura contemporánea, literatura clásica, latinoamericana, chilena, ciencia ficción, estudios sociales, crítica literaria, cómics y mangas, libros escolares, ofertas, ediciones en inglés, libros religiosos, libros de arte… Podría seguir nombrando y nombrando secciones pero creo que la idea es clara: en la Manantial encontramos de todo. Y no estoy exagerando, desde el bestseller más publicitado hasta editoriales locales de pequeño tiraje y arriesgadas apuestas de los que hoy son las promesas de la literatura chilena. Se agradece mucho que existan espacios para las letras emergentes en los espacios ya consolidados. Otra cosa que me gusta de la manantial son los vendedores. Son súper atentos y bien leídos. No dependen del computador para saber de libros y autores y conocen bastante bien el material con el que trabajan. Yo tuve muchas buenas experiencias cuando trabajaba en el centro y me daba unas vueltas por la librería a la hora de almuerzo. Ahí me recomendaron a la japonesa Yoko Ogawa, traducida al español por Editorial Funambulista y al carioca Rubem Fonseca, editado en Chile por Tajamar. Después de un rato, los vendedores ya conocían mis gustos y podía ir en modo exploratorio dejando que me guiaran en nuevas travesías literarias.