Me radiqué en San Bernardo a los 17 años. Por ese tiempo ya me gustaba mucho la literatura y pedía a los conocedores de la comuna que me dieran datos de dónde comprar libros. Era imposible, sólo conseguía dar con puestos que vendían textos escolares. Hasta que alguien, un día cualquiera, me dijo que en el centro, en cierta galería había un pequeño puesto de libros que me podría interesar. Como no me dio la dirección, me aventuré por mi propia cuenta a vagar por el centro de San Bernardo y sus boliches, hasta que eureka!, el local se encontraba en la galería Puertas del Sol y se llamaba librería Nercón. A pesar que también se dedicaba a la venta de artículos escolares, tenía un considerable escaparate con libros, además de los que ya proponía desde sus vitrinas. La variedad era basta. Literatura clásica, narrativa, poesía(que en ese momento era lo que habitualmente consumía), y lo mejor, que mucho más barato que en otros lugares. Fue así como encontré mi librería favorita en San Bernardo y que desde este rincón recomiendo absolutamente, sobre todo al san bernardino distraído que aún no la ha encontrado.