Libros de ocasión

Al mover la puerta una campanilla casi muda tintinea. Detrás de una mesita como de recepción y frente a un computador, una muchacha se ha parado para extenderme la mano como si yo fuera un conocido de toda la vida. «Vengo a conocer el local, a mirar la librería», le digo. «Usted es algo de Dióscoro Rojas, mire que no queremos saber nada con ese tipo. ¿Usted vio lo que hizo con la piojera? ¿Vio en lo que la transformó? Ya po’, lo mismo quiere hacer con esta librería, convertirla en farándula y llenarla de burgueses, y yo, mi amigo, soy comunista y colocolina». «No, yo no soy nada de él, sólo vengo a conocer la librería, su historia», le respondo. La muchacha me sonríe y me lleva donde su papá, don Héctor Muñoz, el hombre que en los años 80 abrió este oculto monstruo de la literatura. «Veremos si quiere hablar, el hombre es de pocas palabras», me dice mientras regresa a su puesto.
Me quedo absorto ante el tamaño de la librería (más de 100.000 tomos). Don Héctor me invita a ver las bodegas. Son enormes, pero todo ordenado por tema, cosa que se halle lo que se busca. Acá las teleseries y programas de tv. Vienen a arrendarle o comprarle a don Héctor libros para decorar escenografías.
Aquí sólo se maneja el libro de segunda mano, muy pocas veces tiene algo nuevo, pero lo que tienen son verdaderas joyas de la religión, la política, las ciencias sociales, la narrativa y todos los géneros. Sus precios son lo esperable, por algo que se autodenomina «La Verdadera picada del Libro».
Acá han venido escritores como Guillermo Blanco, Jorge Teillier, Nicanor Parra (con quien don Héctor tiene una gran amistad y que cuenta que parra siempre le recuerda que él armó su biblioteca personal con los libros del local), etc.
Me despido, antes don Héctor me cuenta la última anécdota. Había un joven mal aspectado, años, muchos años atrás, que venía a vender libros, pero al verlo barbón y harapiento, don Héctor lo rechazaba. Y lo rechazó todas las veces que vino. Años después se enteró que se había convertido en un poeta muy admirado, y que años más tarde, ganó el Premio Nacional de Literatura. «Es uno que ahora tiene parquinson, pero no me acuerdo de su nombre», me dice. «Raúl Zurita», le digo mientras le estrecho la mano y me despido.

Espero que al momento de leer esto estén preparados para este mega dato que no vengo a vender vengo a regalar Libros de ocasión es simplemente un lugar mágico. Imagínense que les gusta leer mucho y un día despiertan y los libros son gratis o ¡mejor aún! los libros son de dominio público y todos leen y todos comparten sus experiencias sobre el viaje que significa leer, esto y mucho más es Libros de ocasión son estantes llenos de libros ordenados por orden alfabético, país, temática, autor, etc. Son montones de libros desordenados que se te vienen encima pidiendo a gritos que les des una mirada obviamente no son gratis pero los precios van de popular a realmente popular y puedes encontrar el libro que quieras y del tipo que quieras (fotografía, arte, arquitectura, diseño, novelas, etc) siempre y cuando no sea el último best-​seller aunque quizá algún día no tan lejano de todos modos lo encuentres en alguna estantería de la librería pero ten por seguro que ya no será tan último ni tan best-​seller.
Apenas entras te golpea el olor de las páginas de los libros viejos amontonados, las postales antiguas, vinilos y revistas, no te atienden mucho ni te preguntan lo que andas buscando o haciendo solo dejan que te pasees por los estantes infinitos con libros esperando a que te acerques a preguntar por algún libro en especial o el precio de alguno que te intereso llevar ahí te atiende generalmente una señora que según yo es la reencarnación de Janis Joplin (si quieren verlo por ustedes mismos vayan) muy amable, siempre dispuesta a mostrarte los últimos libros que le han llegado sin dejar de lado que es una biblioteca andante. Si te identificas como cliente frecuente siempre habrá rebaja (aunque no lo seas) por libro o por la cantidad total de tu compra además tienen unos cajones llenos con libros a solo $ 1000 tienes que escarbar un poco pero siempre encuentras algo bueno sobre todo si andas buscando textos escolares del nivel «Don Juan tenorio» o «La odisea» les aconsejo que le echen una mirada a estos cajones antes de ir a lo preciso o al libro que tienes en mente comprar ya que tienen una promoción «soñá» que se trata básicamente de que dependiendo la cantidad de dinero que gastes en libros te llevas una «X» cantidad de los libros de los cajones de luca (ej: compras 2 mil pesos= 1 libro gratis y así sucesivamente pero ¡ojo! siempre de los cajones) No pierdan tiempo, vayan a darse una vuelta, fíjense que el libro que están comprando no está en Alemán o en algún dialecto raro y disfruten su lectura.