Panadería San Camilo

Esta panadería pastelería lleva más de 120 años acompañando con sus sabrosas preparaciones a las familias chilenas. He tomado once en varias ocasiones en el saló de té que hay en Estación Central y siempre muy bien atendida.
Ideal para ir en familia, el café con leche es exquisito y los panecillos dulces que sirven en el menú son deliciosos. Cuando chica íbamos con mis viejos y hermanas a tomar once cuando salíamos a hacer las compras de ropa en la Estación, un clásico de verdad.
Me encantan las galletas y calugas de preparación artesanal, las medialunas no tienen nada que envidiarle a ninguna otra pastelería y las tortas, ufff, a mí no me gustan mucho las cosas dulces, pero no me perdono un buen trozo de selva negra cuando voy.
En la carta hay unos barros luco y chacareros para los más golosos que te mueres. Es para salir rodando y con unos buenos kilitos encima. Pero qué diablos, igual no más rompo la dieta por una buena once en este lugar. Come sin culpas y déjate llevar por el pecado de la gula, total una vez al año no hace daño.
Ojo! que si quieres alguna torta para celebrar alguna ocasión en especial debes pedirla con antelación, al igual que canapés y otros servicios de coctelería, pero vale la pena todo el rato.

Pasé por aquí en la mañana y costó un poco que me atendieran, porque hay muchas personas tomando desayuno o comprando pan y pasteles, así que tuve que tener un poco de paciencia, todo por unos ricos calzones rotos.
Esta panadería tiene buenas promociones para matar el hambre, por ejemplo tienen combos, de rollitos de canela con un café, pizzas rectangulares o empanadas de queso y pino con bebida, entre otros. Tienes la opción de llevártelo para el camino o comer en el mismo local, si es que encuentras un espacio, cualquiera sea tu elección puedes pedir que te calienten tu comida.
En verano (o invierno también) puedes probar sus helados artesanales hechos por ellos mismos, con sabores como pasas al ron, chocolate, piña, lúcuma, vainilla y otros clásicos. También es una buena opción comprar bolsitas con dulces, gomitas y chocolates o probar su dulce de membrillo (de su propia fabricación).

Más de 125 años lleva esta pastelería panadería alimentando con sabrosos productos a las familias chilenas.
Aquí se puede encontrar siempre pan horneado, además de diferentes tipos de pasteles, algunos muy delcatessen, especial para llevar a casa de amigos o a algún almuerzo. Uno queda como rey o reina.
En estos tiempos fríos, se pueden encontrar ricas sopaipillas. La gente llega a hacer eternas filas para comprar alguna de estas sabrosuras.
Aunque hay varias panaderías San Camilo a lo largo de la Región Metropolitana, algunas hasta con salón de té, donde se ofrecen contundentes almuerzos caseros con el sistema buffet, me gusta mucho la que está en el sector de El Faro en el Apuumanque, porque siempre que paso, me tiento con algún pastelito o su pan recién hecho.
Sus precios son bastante accesibles, aunque son más económicos en el supermercado, pero la calidad es lo que prima.