Plaza Loreto Cousiño

A esta plaza yo la pondría como modelo y ejemplo de la conservación del área verde contra en concreto. Para mí, es una de las más hermosas en las que he estado, a pesar de no vivir cerca del sector.
A veces pienso que no ha sido ocupada todo lo que debería ser, quizá por el rango de edad del barrio, no lo sé, pero aun así es un lugar perfecto para salir a trotar, jugar su pichanguita loca, o tirarse a la sombra del gran árbol que destaca en su centro y que alberga a una cantidad indescifrable de loros que festeja este lugar con su inusual ruido.
Otra de las cosas destacables de esta plaza y que debería ser emulado en las demás de Santiago, es el plan reciclador con el que cuentan: tres contenedores de distintos colores para tres tipos de reciclaje (vidrio, papel, plástico).
Un lugar tranquilo, silencioso y muy bien cuidado.

Si te gusta el paseo por las plaza, o hacer ejercicio en ella, sacar a pasear las mascotas, compartir un cafecito (en el pequeño café literario de la plaza) o lo que quieras esta plaza es una delicia. Está justo en frente de la Plaza las Lilas, a un costado de la Iglesia del Bosque.
Es una plaza de barrio, a la cual confluyen edificios de departamentos y algunas casas, por lo que sí tienes niños, esta plaza se transforma inmediatamente en tu patio! Hay máquinas para hacer ejercicios y algunos juegos para niños. Eso si que sí llevas a tu perro, no olvides llevar bolsitas para recoger sus excrementos…
Esta placita tiene la particularidad de ser muy silenciosa y relajante, a pesar de estar delimitada por Eliodoro Yáñez, si estas sentado (a) leyendo un libro, sintiendo el olor a pasto, levanta tu cabeza y mira hacia la punta de los árboles que se agitan, ya que por lo general están llenas de inquietos loros, que pasan por el lugar y se posan a descansar.

Muchos la confundimos con la Plaza Las Lilas (hasta yo que viví un montón de años al frente), pero la Plaza Loreto Cousiño es la que queda justo al costado de la Iglesia de El Bosque (la tristemente célebre «Iglesia de Karadima»).
En esta plaza, se reúnen los doglover a pasear a sus pirulos canes de raza, se dan cita los motivados con el ejercicio diurno y nocturno (tienen un completo espacio de máquinas de ejercicio) y hasta grupos, tipo krishna, a cantar sus alabanzas nocturnas. Ideal para ir en bici.
Es el corazón de uno de los barrios más lindos (y más caros) de Santiago.