Digan lo que digan, el pollo a las brasas siempre será una buena opción al momento de elegir qué almorzar un fin de semana. Al llegar al local tuve la suerte que no había mucho público, incluso tenían pollos listos. pagar trozar, embolsar y retirar. Adicionalmente, no me pude resistir a la tentación y compré una porción individual de papas fritas(pese a que me dijeron que no comprara), estaban tan buenas(ni mucha sal, ni mucho aceite) que gran parte me las comí en el auto antes de llegar a la casa. el local justifica el nombre, el pollo estaba sabroso, con la dosis de sal correcta. y el pollo era de un buen tamaño, estaba caliente y no quemado.