Esta salita de ensayo se convierte en un gran salvavidas para quién busque un lugar donde reunirse con su banda, a hacer buena música y no terminar rindiendo cuentas a la radiopatrulla de turno en el intento. Especialmente bien ubicada a un par de minutos del Parque O´higgins, cuenta con dos salas las cuales –a pesar de lo pequeñas que son– hacen rugir tus instrumentos y destacan por su buen sonido en general. El recinto es atendido por su dueño, también músico, que además de ser muy simpático siempre te echa una manito para sacarle el 100% a los equipos que dispone, excelente servicio. Lo mejor de todo es que una sala cuenta con balcón hacia la calle, por lo que puedes hacer un break en tu ensayo y salir a fumar o tomar aire fresco antes de volver a enchufarte y sonar como tu estrella de rock favorita.