El lugar es pequeño, apenas unas tres mesas en la terraza lo cuál es la cantidad justa para recibir una atención correcta. Tanto el café como la pastelería es buena. El detalle es que el café viene acompañado de una jarra de agua con una rodaja de limón y menta. Para hacer más agradable el lugar, las paredes del lugar tienen unos aspersores que refrescan el lugar en esta época de mucho calor.