Takeshis

He ido dos veces: la primera pasé mucho frío, porque es un local pequeño y el aire acondicionado estaba muy fuerte, pero nada que decir del sushi, ni para bien ni para mal. Peeeero, la segunda vez que fui me decepcionó y no volveré más. Era como sushi reciclado, el wasabi y el jengibre se notaba que llevaba mucho tiempo en el refrigerador o bien en el plato de otra persona, un roll de pollo que pedimos tenía algo raro que no me dieron ganas de seguir comiendo, la atención fue lenta a pesar de que tiene solo tres mesas, se olvidaron de llevarnos las bebidas, etc. Un desastre!

Íbamos entrando al cine cuando un chico nos intercepta y entrega un flayer de un sushi que no tiene mucho tiempo y queda a cinco minutos. Lo más importante era saber la hora a la que cerraba porque de ahí saldríamos tarde. Dijo que a las 00.30 — 1.00, horario perfecto post película de terror.
Caminamos hasta el local; un espacio chiquito con dos mesas y un mesón largo y un olor demasiado rico a sushi. Nos atendieron súper, mesa impecable, ofertas por elegir ese lugar, y el garzón no sólo era muy atento, era muy guapo, además.
De las sugerencias cambiamos dos cosas sin problema, porque en todo grupo de amigos está el amigo mañoso y hay que darle en el gusto de vez en cuando. Tomamos coca light en copa y nos ofrecieron un jugo natural de exportación que no puedo pronunciar su nombre pero era como vino sin alcohol.
El sushi llego y nuestros corazones de arroz y nori estaban más felices que nunca! Era delicioso, el arroz cocido en su punto, palta y pescados frescos y el tempura, para qué decir, perfecto, sin tanta aceite como en otros lugares que pareciera te comes unas papas fritas.
Un buen rato con un rico sushi y una cuenta promedio, hasta ahí todo iba perfecto. Si no fuera porque el olor demasiado rico a sushi quedo en mi ropa de por vida, este local se lleva un perfecto cinco estrellas.