Vitto Heladería

¿Probaron alguna vez un helado de Mascarpone que te deje sin aliento? Si su respuesta es no, vengan a Vitto… si su respuesta es sí, los reto a que lo comparen con este.
Increíble la experiencia. Una heladería bien boutique en Providencia, la ame desde que abrieron sus puertas.
Una buena alternativa para llevar a los chicos antes y/​o despues de su paseo en la plaza. en invierno a veces me da frio pedir un helado pero he pedido un cafecito y quede feliz.
La atención es amorosa, y muy cálida… local bien decorado, te hace sentir como en casa.
Soy un fan!

Los helados son bastante cremosos (al estilo gelato italiano) y con sabores muy bien logrados pero a mi entender tienen poca variedad.
Tal vez la idea es tener poca variedad para concentrarse en la calidad, pero el problema es que la vez que fui se habían quedado sin stock, por lo tanto la oferta se redujo aún más.
De todas formas me parece un lugar a tener en cuenta en Providencia. Me podría comer un kilo de mascarpone de esta heladería.
Dato útil: helado doble (dos bochas o dos bolitas como le guste) con barquillo (o cucurucho) 2500 CLP.
A mejorar: la temperatura del lugar. El día que fuí era un horno y eso que el aire acondicionado estaba encendido. O ponen un aire acondicionado más potente o no les queda otra que dejar la puerta de entrada cerrada.

¿Se han fijado cuando uno dice «No se puede creer»? Eso es esta heladería.
Yo me serví una copa de pera, Chocolate Amargo y Mousse de Maracuya. Y como no me bastó eso, le echaron ¡NUTELLA!
Sabores artesanales exquisitos, súper amables, súper iluminado. ¡Me encantó!
Que viva el verano, el amor, los helados y todo lo demás

Con mi familia y especialmente mi hija conocemos el Vitto desde que nació, cautivándonos con sus helados de sabor inigualable y su ambiente familiar. A pasos de Plaza Las Lilas, quienes disfrutamos de la vida de barrio y la hospitalidad familiar no podemos dejar de ir… para mi hija ya es parte de su rutina pasar por el Vitto por su helado de Limón o chocolate … siempre encontrando caras alegres y familiares, un ambiente acogedor y sin el apuro de la vida actual… es sentirse en casa!
Además encontraran exquisitos jugos naturales, un buen café y algo muy rico para acompañarlos.
Totalmente recomendable!
Carlos

Fui un sábado a probar los helados de Vitto.
Probé el de mascarpone con frutos rojos, una de mis combinaciones favoritas y sin duda alguna lo amé. Además probé el de mousse de chocolate que me dejó marcando ocupado ¡Es como un mousse de verdad!
Tema aparte es la heladería en sí. Una decoración muy cuidada, llena de detallitos que van desde los banderines que cuelgan y los murales en sus paredes, hasta las sillas de colores en sus mesas, lo que da cuenta de la preocupación y el cariño que se nota los dueños le han puesto al lugar, para crear un ambiente cálido, entretenido y familiar.
Si tuviera que pensar una situación en la cual ir, lejos para una tarde de fin de semana con amigas para después ir a conversar un rato a la plaza Las Lilas que está al lado.

Agradable heladería-​café, que ofrece ricos helados artesanales, café y acompañamientos. Diversos sabores a disposición de la tentación de los comensales, el helado de pistacho, manjar y chocolate son absolutamente recomendables, no obstante el resto de los sabores son un acierto indiscutido.
El lugar es muy acogedor, cómodo, de una decoración muy cuidada y sencilla, da la sensación que en este lugar nada es al azar. Está a paso de la Plaza las Lilas, ideal para caminar por el lugar y pasar a degustar de estas exquisiteces.
La atención es rápida, cercana y con muy buenas recomendaciones de quienes atienden, es realmente un agrado el lugar.

Cerquita de la casa de mi mamá. Esta monona heladería es todo un descubrimiento en el Barrio Las Lilas, donde puedes disfrutar de ricos helados artesanales cuando hace calor o un dulce chocolate caliente junto a un pastelito en época invernal.
Las chicas que atienden son tan cálidas como la decoración y el caballero de la caja me causa ternura, porque se sienta en una mesita con un lindo mantelito y con calculadora en mano para entregarte la cuenta.
Una encanto más de uno de los barrios más lindos de Santiago.

Vito está justo antes de llegar a la Plaza Las Lilas, caminando por la vereda sur hacia el poniente de Eliodoro Yañez, entre medio de negocios de barrio. Luminoso y bien decorado, con banderitas y colores pasteles, al entrar se ve una vitrina de helados, todo cubiertos con tapas plateadas, es como estar en Buenos Aires. Ante mi ignorancia pregunté por qué los tapan, me dijeron que de esa forma los helados no se oxidan. Y es que están hechos de ingredientes totalmente naturales: frutas, frutos secos, leche, huevos y otros, dejando de lado colorante y componentes artificiales. Algunos sabores que me llamaron la atención: menta granizada, chocolate belga, dulce de leche granizado y mousse de maracuyá. Yo me tomé el de lúcuma con dulce de leche y fue una excelente elección. Mis hijos hicieron lo suyo con el de chocolate y maracuyá. Ricos, ricos, ricos. Un verdadero helado artesanal.
Ojo que también hay café y variedad de acompañamientos, los clásicos: brownies, wafles, barritas de cereal artesanales y lo que me encantó: la tarta de nuez. No puedo dejar de mencionar la buena atención, eso se agradece siempre.