W.O.K. – World Oriented Kitchen

I highly recommend eating from this place if you really looking for asian quick Wok dishes. The place is isolated at the end of the food level in Costanera Center, but it’s worth finding it.
The dishes are very authentic and the spices are delicious. The ingredients were super fresh and well cooked. I had the Red Curry (Curry Rojo) and it had chicken, curry, coconut milk, spicy and mix of some vegetable. It was very delicious and I recommend for spicy food lovers.

El arroz y la atención es de lo mejor, sus platos salen de lo común de un patio de comida típico de mall, el precio no es caro (tampoco barato) pero lo vale 100%
Está en el extremo del patio de comidas del Costanera Center
Recomendado

Me declaraba una fan de este lugar pero con el tiempo la calidad ha ido bajando bastante y eso no me deja muy contenta.
Antes encontraba novedoso el concepto, el plato que siempre pido «Yakitori» me parecía exquisito y todo, pero últimamente, no he tenido buena experiencia con este sitio. La comida la encuentro cara para lo que ofrece, sumado a que la última vez el arroz me pareció muy duro, como que no fue cocinado en el tiempo correspondiente y exceso de salsa de soya me dieron un golpe de desilusión. Espero que mejore con el tiempo pero por un resto, preferiría no ir.

Ubicado en un extremo del patio de comidas del Costanera Center, este local sobresale por una propuesta sana y estilosa, cual hípster wannabe.
Cuando se activa tu dispositivo de alarma y vas a recoger tu cajita no puedes dejar de observar que W.O.K. (un acrónimo de World Oriented Kitchen) sólo estaría establecido en las urbes de Roma, Milán y Santiago de Chile. Ahora ya puedes dirigirte con más propiedad a la exclusiva mesa que apartaste en el food garden (donde probablemente dejaste a alguien para que no te la robaran).
Comienzas a saborear toda la filosofía detrás de W.O.K., la cual trasciende la consabida idea de que la comida cocinada en wok es más saludable que en los trastos occidentales (aka olla o sartén). Aquí no se usan grasas hidrogenadas, alimentos transgénicos ni sal. La soya, encima, tiene un 43% menos de cloruro de sodio, lo que no solo la vuelve técnicamente inofensiva sino que además te previene del síndrome de la comida china (léase pasar con sed todo el día). Los implementos para comer (cajitas y servicio) son también ecocompatibles. Y si a esto le sumas de que ningún plato supera las 500 calorías (¡garantizado!), coincidirás conmigo que en este punto ya satisfacemos todas las necesidades de un habitante de Portland, OR.
Los valores rondan los 4 500 por plato. A esto hay que adicionarle el bebestible que bien puede ser una cerveza, una bebida o un jugo natural (sin azúcar, of course).
Lo que uno no deja de preguntarse es por qué se instalaron en el templo del mainstream. Los hipsters lo adorarían, si no fuera porque probablemente ahora están saboreando desde unas cajitas mucho más artesanales en el Woking del Persa Biobío.