Alizée creperie gourmet

Cute little crêperie with great service in Latin Quartier of Paris!
We tried the sweet as well as hearty crêpes and were totally surprised by the awesome taste.
Very cozy feeling and the owner was really friendly and helpful with special wishes.
The crêpes were big enough and filling.
Next time in Paris, I will definitely be back!

Really like the sweet crepes here, they make home made salted caramel which is so good! They also have an excellent brunch menu. The restaurant is a bit small but it’s nice to sit in the patio since the street is very busy and in a nice location in Paris.

Je suis retourné chez Alizée crêperie gourmet aux alentours de 17h30. Il n’y avait pas un chat.
J’ai pris une crêpe champignons, patates et poulet à la crème. Les patates n’étaient pas cuites (ou trop peu). Du coup c’était pas bon du tout. Hormis la crêpe tous les ingrédients sont réchauffés au micro onde, rien n’est préparé sur place.
En dessert j’ai pris une crêpe au caramel beurre salé. Il y avait tellement de caramel que je n’ai pas senti le beurre salé.
Et toujours ces chiottes microscopiques qui vous obligent à sortir dans une petite cours à l’air libre (sympa en hiver ou les jours de pluie).
Définitivement je né remettrai plus les pieds là bas.

Restaurant très mignon avec un gérant adorable
Le brunch est à tomber par terre avec des galettes de sarrasin délicieuses en entrée et des mini-​crêpes avec compote maison pour terminer, le tout pour un prix plus que raisonnable (20 €)

Cuando estuve en París el pasado mes de julio, no queríamos volver a España sin probar los típicos crêpes parisinos. La última vez que estuve visité una crepería muy famosa en el Barrio Latino, pero sólo ponían los crêpes para llevar y esta vez, después de toda la mañana pateando la ciudad, nos apetecía sentarnos tranquilamente. Así que, siguiendo la recomendación de una amiga, acabamos en Alizée. Y qué buena decisión fue: D
El sitio está en el Barrio Latino, y nada más llegar nos sorprendió lo bonito que es y lo cuidado que está. Tiene unas mesas fuera y otras dentro y, aunque es un local pequeñito, es muy cómodo por lo bien montado que está y por los detalles que tienen por todos lados. El dueño, que es encantador, nos redistribuyó las mesas para que cupiéramos todas bien, y estuvo pendiente de nosotras, haciendo recomendaciones e interesándose por que todo estuviera perfecto. Habla, además de francés, inglés, y las cartas están en varios idiomas, así que no hay problema para pedir.
Nosotras decidimos pedir el menú, que costaba unos 12 – 14 € (no me acuerdo del precio exacto) e incluía un entrante, un plato principal y un postre, todo basado en los crêpes, claro está. El entrante podía ser un crêpe sólo (con mantequilla y ya) o una ensalada con nueces, y decidimos elegir la ensalada para llenarnos luego con crêpes más contundentes xD En el plato principal se podían elegir varios (muchísimos) crêpes de la carta, o elegir tú los ingredientes a tu gusto y combinarlos. Yo pedí uno con bacon, patatas fritas, queso y champiñones buenísimo, y además enormemente grande y con una presentación muy bonita :) El dueño incluso nos recomendó cómo comerlo para que no se desmontara.
De postre también se podía elegir entre las combinaciones recomendadas en la carta o hacer el crêpe a tu gusto. Siguiendo la recomendación de una amiga, me pedí uno de Speculoos (una especie de crema de galletas que no conocía pero de la cual me enamoré al instante) y manzanas caramelizadas, y estaba espectacular. En serio, creo que es el mejor crêpe que he probado jamás :D También probé uno con chocolate y fresas, que estaba muy muy rico. Se nota además que los ingredientes son de buena calidad y que ponen mucho cuidado y cariño en todo lo que hacen.
Si vuelvo a París, sin duda repetiré en este sitio: crêpes muy ricos, un local precioso y una atención de 10 :)