En el centro de Turín, alejado del núcleo turístico, se encuentra este restaurante regentado por gente joven y con espíritu de renovación sobre la clásica carta de los restaurantes italianos. Se pueden degustar tanto plátos típicos piemonteses como novedades algo más vanguardistas, todo ello en un ambiente cool con mucho hipster alrededor, música alta y buen servicio. Recomendable para una cena desenfadada con amigos.