Llegue a este lugar en búsqueda de las mejores cemitas de Cholula que hasta el día de hoy sigue vacante el lugar. El local esta muy céntrico y de fácil acceso llegas sin pierde, me gusto que a pesar de ser un lugar sencillo tuviera un área para sentarse y hasta con televisión. El cobro y preparación son rápidos, pero las cemitas son muy malas no saben a nada, el pan esta duro y no está bueno, la carne esta dura y encima sabía a aceite mega re usado, yo pienso que una torta común hubiera tenido mejor aspecto y más sabor que estas cemitas, además son de los lugares que cobran y agarran la comida yo sinceramente no las recomiendo ni regresaré aquí.
Ana M.
Place rating: 4 Puebla, México
Como todos saben, las cemitas son tradicionales en Puebla. A mí la verdad no me gustan mucho, ya que el pápalo no me gusta nada, y siento que son muy grandes y hasta difíciles de comer, es como una torre de ingredientes con una cantidad de queso medio absurda. Sin embargo, las Cemitas Conchita son diferentes. Las preparan con el mismo pan de las convencionales, pero están cocinadas a la plancha, con el queso derretido y cantidades más moderadas de todos los ingredientes. Este es uno de los primeros lugares a los que fui cuando llegué a vivir a Cholula, y la verdad me parece muy bueno y lo recomiendo mucho. Pero repito que no son como las cemitas típicas que venden en otros lugares, así que es mejor ir con una idea distinta en mente.
Ramón T.
Place rating: 5 Puebla, México
Se los voy a poner de esta manera: no eres conocedor(a) de lugares de comida chidos si nunca has ido a comer estas cemitas. No son como las cemitas tradicionales que toooodo mundo conoce y presume(puaj), éstas son la mera onda, son mucho más grandes y a la plancha, el pápalo es opcional. Tienen por lo menos 22 años de existencia en ese local, que es el tiempo que llevo de conocerlas. Las hay de pierna, jamón, milanesa, queso, quesillo, carne enchilada, pollo, lomo con piña, etc. Los precios varían de 35 a 55 pesos. Tienen más sucursales, una muy cerca del zócalo de San Pedro y otra en el camino hacia Tonantzintla. Después de comer estas cemas, ya te puedes morir tranquilo(a).