No estudié aquí ni conozco a nadie que haya entrado a esta escuela, pero me parece de los centros educativos con más antigüedad y miles de historias que contar. Mi abuelo, cuando era niña, solía decir a mis tías y a mi mamá y luego a mí, cuando decían alguna grosería o actuaban desobedientemente, «tanto invertir en tu educación, mejor te hubiera metido en la Basilio Vadillo». Yo me imaginaba que sería casi casi una escuela en el rancho o algo así. Pero después, al crecer, me di cuenta que no, simplemente se fue abandonando. Un día que caminaba a la Cruz Roja, me fui por San Felipe y descubrí en vivo y directo la famosa Basilio Vadillo de la que hablaba mi abuelo. Estaba terrible el lugar, no miento. Cualquiera que pasé por ahí notaría lo feo y abandonado que se encuentra. Una pared amarillenta en mal estado, con un letrero de la escuela que a mi parecer no se ha cambiado en décadas. Al llegar casi al Parque Morelos, en la esquina de la escuela, había un hombre tirado. Pensé que era un vagabundo, pero tenía algunas botellas y bolsas a su lado, por lo que intuí que estaría borracho o algo así. Para ser una escuela con tanta antigüedad, está en el olvido. Hay poco menos de 500 niños que asisten todavía. Según la Secretaría de Educación, renovarían la escuela para los siguientes meses, ¡qué buena falta le hace! Estará abandonado y horrible el plantel, pero es una escuela que me parece maravillosa por la historia, por lo que guarda. Por eso y más razones es digna de conocerse.