No es grato ir al taller a reparar el auto, pero es muy necesario, y en lo personal por herencia familiar somos más de prevenir y de arreglarlos lo antes posible, antes de que causen mayores daños y por ende sea más costosa la reparación. Cuando inicia la temporada de lluvias suelo llevar al auto a revisión de frenos, o cuando siento que«están muy abajo» o rechinan. Me gustó de este lugar que una vez que los llevé me dijeron con sinceridad que estaban bien, que quizá el sonido que les describía se debía a que estaban duros o algo así, que les podían dar un mantenimiento y limpieza pero que no necesitaba cambio, que calculaban que durarás por lo menos 6 meses más. Y es que uno como mujer siempre temes que te quieran ver la cara y sacarte hasta la risa en reparaciones que no necesitas. El servicio fue rápido y amable, en una hora quedó listo, mientras me fui por un café a un lugar cercano, aunque ahí tienen área de espera.