Cubaro

Muy sabroso, la pasta fue toda ina revelación, el lugar muy bien ambientado. Vale la pena comer las entradas spring roll de cochinita?! Interesante

Si estas de visita, definitivamente este es un lugar ideal para disfrutar de una deliciosa cena con una vista de lujo.
Ubicado sobre el bello Paseo Montejo, en la glorieta del monumento a la bandera.
Si el clima está a tu favor, definitivamente la terraza es la opción para disfrutar de éste lugar, aunque cuidado, las escaleras son de Caracol y estrechas por lo que hay que tener precaución.
El servicio es de primera y la comida excelente. Mis amigos y yo quedamos encantados con la experiencia.
Cuentan con valet parking.
Sin duda volveré en mi próxima visita a ésta ciudad.

Es inevitable mirarlo de lejos y desearlo cuando pasas por la noche sobre la avenida Paseo de Montejo, la decoración, la iluminación, la ubicación, la vista. Todo te invita a pasar y disfrutar de una noche bohemia. Ambiente romántico, elegante, las bebidas de lujo y el servicio a la altura de las circunstancias.
Visité este restaurante una sola ocasión y la verdad es que cumplió mis expectativas. Además mi invitada quedó encantada con los mojitos, la pasta y la música que ambienta el lugar.
Eso sí, hay que ir con la mente preparada para pagar lo que vale, ya que los precios están también a la altura de las circuntancias. Pero bueno, si impresionas a tu acompañante pues puedes verlo como una inversión y no como un gasto.
Las noches cálidas de mi Mérida pueden disfrutarse desde la terraza de Cubaro. Recomiendo que pasen y no se vayan sin probar los mojitos.

Sólo he pisado Cubaro una vez. Antes de una noche intensa en mala vida, mis amigos querían ir «por dos tragos coquetos» a ese bar. Yo había visitado slavia (restaurante que conecta con cubaro) y me había causado una excelente impresión por lo cual estuve de acuerdo en ir.
Cubaro está ubicado enfrente de la glorieta del monumento a la bandera, y está unido a Tobago café y a Slavia (los tres locales pertenecen al mismo dueño). Cubaro está en la planta alta, y está acondicionado como una hermosa terraza con la vista perfecta hacia Prolongación Montejo.
El sitio es caro, de hecho nadie consumió comida. Un par de amigos se lanzaron por unas cervezas y yo preferí probar una copa de tinto de verano. No recuerdo exactamente a cuanto estaba la copa, pero tengo la impresión de me costó $ 60.
Cubaro es muy elegante, y es el bar perfecto para relajarte y platicar; igual está perfecto para ir en parejas si estas en busca de una noche romántica en la ciudad.

Denominaria el estilo de este lugar como un bar-​restaurante caribeño fusion, con un toque fancy y lounge, bellisimo y mejor ubicado no pudo estar.
El servicio es sumamente excelente, de primera y muy divertido por parte del personal, atentos y siempre listos para asesorarte en cuanto a sus platillos y bebidas exoticas. Una idea bastante llamativa, fuera de lo normal y para gustos refinados. Las bebidas vienen presentadas de una manera magestuosa y se vuelve toda una experiencia sublime el degustar en sus salas lounge cómodas y con el ambiente que te transporta a otra dimensión de sabor. Un lugar con gastronomia de primer nivel y bebidas para altos estandares. Mis respetos!

Probablemente la glorieta más bella de Mérida sea el Monumento a la Patria y con las luces que recientemente le pusieron aún más. Cubaro está justo en frente, con una vista inmejorable.
Las veces que ido siempre han sido por una cita, pues el lugar es perfecto para eso, resulta difícil describirlo pues en un edificio hay tres bares/​restaurantes conectados (Cubaro, Slavia y Tobago) que además combinan elementos mexicanos, europeos e indios para crear un ambiente único con un aire bohémico.
El barman está de lo mejor capacitado y los mojitos son su especialidad, son de mis favoritos junto a los de Apoala, es un plan muy agradable tomarse dos tragos y pedir una huka para fumar un rato.
De comer puedes encontrar platillos fusión como el Spring Roll de cochinita que está crujiente y le puede echar una salsita de chile habanero casera muy buena.
También tienen pastas, mariscos, sopas, ensaladas y carnes, pero lo que no te puedes perder son los tostones de venado con infusión de aceite de chile de árbol.

El restaurante Cúbaro es el hermano caribeño del restaurante de medio oriente Slavia, están pegados el uno con el otro, con la única gran diferencia que la vista del Slavia es un hermoso y lujoso restaurante y el Cúbaro tiene como vista el hermoso Monumento a la Patria.
Debo decir que me enamoré de estos lugares hermanos, por ejemplo, me encantó la cocina del Cúbaro, porque es comida caribeña fusión, entonces puedes pedir unas carnitas de atún que son suculentas o el atún envuelto en tocino y espárragos son como para disfrutarlos bocado a bocado y la carta de vinos es buena, pero los mojitos te los súper recomiendo.
El servicio es espectacular, un trato excelente, no se les escapa ni un detalle. Este lugar lo tiene todo, hasta los precios altos, así que aseguráte de ir preparado y si quieres impresionar a alguien o chiquear a tu pareja o a tus amigos o automimarte, este es el lugar, ¡la pasarás excelente!

Llegando al Monumento de la Patria en una esquina se encuentra el mundo sibarita donde la buena vida y la poca vergüenza se observa en el ambiente. Aquí se encuentran tres restaurantes, pero ahora sólo les contaré del restaurante Cúbaro.
El lugar te enamora desde el momento que pisas el restaurante, todo se encuentra fríamente calculado, cada detalle es parte de la experiencia que vas a vivir en el lugar. El estilo de comida que ofrecen a los comensales es cocina internacional con fusión caribeña. Encontré este lugar ideal para ir a beber unos ricos mojitos de lichi que te van a sorprender con ese sabor exótico del caribe.
La iluminación tenue y con buena música de compañía hace un lugar especial para ir a cenar con la pareja y crear un buen comienzo para muchas cosas buenas que pueden pasar en la noche (guiño).
Los precios del Cúbaro son bastante caro pero lo que te venden es la experiencia y la ubicación estratégica en la que se encuentran.

La verdad es que cenar aquí es un verdadero placer a los sentidos, porque ademas esta la vista, espectacular, teniendo el monumento a la bandera en todo su esplendor.
El carpacho de res, delicioso. El queso frito con un toque dulce exquisito. Ceviche de pescado con sandia, excelente combinación. Tostadas de plátano con tzic de venado raro y riquísimo.
Luego de comer puedes subir a la terraza, donde hay salitas tipo launch para pasar un cómodo y agradable rato, con la decoración del lugar con muy buen gusto, impecable de Jonathan, el dueño del lugar y que muchas veces se encuentra ahí sugiriéndote opciones y asegurándose de proporcionar un buen servicio, muy acogedor y a media luz, como para cerrar con broche de oro. Solo tienes que tener cuidado al subir la escalera de caracol para llegar al paraíso.
Probé unos mojitos con frutos rojos y hierba buena espectaculares que les recomiendo ampliamente.
Y bueno, los precios digamos que acordes a la experiencia, así que lleva tarjeta de crédito. Pero te aseguro que vale la pena cada peso.