Tov Café

Pequeño y acogedor. Excelentes frappes, tienen un toque casero que resulta muy agradable. Muy recomendable

Coqueto, pequeño y agradable. Su fuerte son los frapes muy coloridos y con muchos tipos cosillas dulces para los más golosos. También un buen café turco americano que es un tipo expresso con mas agua y el que prefiero mas. Para comer bocadillos dulces y otras cosas pero no como restaurante sino como acompañamiento o bien saciar antojos. Ideal para días de clima agradable y sentarse en varias mesas afuera. Adentro esta la comodidad del aire acondicionado pero con espacio más limitado.

Tov Café para mi fue una revelación. Sabía de las habilidades de los árabes en la cocina, que por cierto es deliciosa, en el arte del humo, con sus hookah’s también maravillosas, pero del café árabe, poco sabía.
Cada taza de este café, es un tributo al oro negro. De verdad que este café humeante está hecho para abrirte los sentidos y despertarte el cerebro con el mejor sabor, y el aroma ni se diga.
El chocolate caliente también es impresionante, tiene la consistencia perfecta, el sabor exacto, el azúcar ideal y venden un hojaldre con nueces que es como para terminar babeando y termina siendo la combinación perfecta para endulzar la tarde, sí, sólo endulzar, sin empalagar.
Tienen juegos de mesa a tu disposición por si andas en el mood y la verdad es que es de lo más divertido, entre la platiquita un jenga, es la onda, a media plática el grito de adrenalina para que no se te caiga la torre, le da un toque único a la experiencia.
¡MUCHO BUENO ESTE LUGAR! (con acento extranjero obvi)

Tov aplica para ir a hacer tarea o trabajo tranquilamente, pues el lugar se presta para eso. Es tranquilo, sencillo, cómodo. Su concepto de platillos y bebidas tipo medio oriente te da una idea de lo que puedes encontrar, como por ejemplo, café turco (de ese que sabe a canela, gengibre o clavo) falafeles, hummus y postres como mamul y baklava. Respecto al hummus, deja mucho que desear, en realidad no es lo mejor que tienen.
Pero los puntos a favor que tiene Tov mas que nada radican en su enorme variedad de sabores en frappés, como mi favorito, de mazapan, aunque hay otros tantos, como chocoretas, mamut, ferrero, oreo, y de los más recientes, piruetas de limón y almendras confitadas con chocolate (sólo de acordarme ya se me anda antojando).
La cosa está en que su menú constantemente va cambiando, aumentando, más bien, así que al ir siempre es bueno preguntar qué novedades tienen.
No sé si sea ideal para comer o cenar, pero lo que sí es ideal para disfrutar de la tarde o noche, en compañía de alguien, o solo, pues cuentan con un trocadero en donde puedes prestar libros mientras, o si te interesa alguno, intercambiar con otro que ya no necesites.

Un lugar pequeño pero que resulta muy acogedor si lo que quieres es tener un plática o simplemente conectarte con tu yo interior, y pues que mejor que acompañarlo con un delicioso café o té.
Si vas con los amigos cuenta con una pequeña área de juegos de mesa, lo que lo hace bastante divertido, ya sea mientras esperas tu café puedes jugar Jenga, Scrabble o Pictinionary, así que ni cuenta vas a tener el tiempo mientras te la estás pasando muy bien.
Los famosos frappés de sabores que manejan como de galleta Mamut, Chocoretas, Ferrero, Reeses, Gansito, etc, te van a dejar con la boca abierta ya que están muy deliciosos y a un precio común y accesible para todos, aunque si lo que no buscas es café helado también manejan carta de cafés calientes y tés de infusión.
Mi recomendación, visitarlo pero nunca de noche ya que al estar en una placita tienen como vecino a un bar un poco escandaloso.

Tengo una amiga que es verdaderamente fan de los cafés frappes, de verdad, mínimo dos veces a la semana tiene que ir por uno de ellos o su mal humor y calor empieza a apoderarse. Mucho habíamos paseado por la ciudad buscando uno que la hiciera feliz, hasta que un domingo sin mucha esperanza dimos con este pequeño rinconcito árabe/​cool/​colorido.
Creo que lo que más nos sorprendió (y por lo que es conocido este lugar) es por la variedad enorme de frappes, que van desde Ferrero, chocoretas, reeses, fresas o mazapán y sus cremas batidas de colores inusuales; el sabor está bien, se siente mucho el toque de su café pero la verdad no es algo maravilloso, ya que en ocasiones puede ser muy dulce o aguado (pero en la ciudad no he encontrado algo mejor)
El menú como sus cafés es bastante único y variado (limonadas con yerbabuena por ejemplo) y la comida (como pastas aunque sea difícil de creer) está bastante buena y a justo precio. Al final el lugar resulta excelente para ir a platicar cómodamente o echarte juegos de mesa por horas, claro si no te importa que los empleados escuchen lo que dices o la música del bar de al lado te distraiga.
Pregunta siempre por el frappé del mes, puedes llevarte una sorpresa.

Si eres un amante del Café y más si el café es fuerte y con cuerpo, tengo el lugar para disfrutar tan exquisito placer, Tov Café.
Es una pequeña cafetería que se especializa en distintas preparaciones exquisitas para beber, son unos verdaderos investigadores del buen sabor. Tienen el exquisito café árabe pasando a exóticas preparaciones de frappés, algunos de los que puedes encontrar son de mazapán, galletas oreo, con chocolate Ferrero o el frappé de almendras confitadas, suenan explosión de azúcar pero son maravillosos.
Para los que no les gusta mucho tanto el dulce, tienen una rica limonada de gengibre y hierva buena, ideal para refrescarse del calor o también el de menta, ambos son extremadamente buenos.
Ese día con mi amiga nos fuimos a probar el Chocolate caliente el cual compartimos, porque las calorías cuentas pero para compensar nos pedimos un baklava que para los que no saben, es un dulce árabe tipo hojaldre, relleno de nuez y bañado en jarabe con esencias, sin palabras.
Si el dulce no es lo tuyo, tienen un pan pita&cheese, que es un medio pan pita con espinacas y queso gratinado, que tan bien pueden ser con tomate o champiñones y no hay que dejar de lado el tradicional falafel que siempre es una delicia probar.

Entre que mi novio es un adicto al café y a mi me gusta visitar lugares nuevos, terminamos llegando a este lugar a pesar de que se aleja bastante de la zona en donde siempre andamos.
El local se encuentra al lado de un bar y de un karaōke, lo cual hace que el ruido de ambos negocios sea un poco molesto para las personas que quieren disfrutar con tranquilidad su cafecito. Afortundamente las meseras nos atendieron con amabilidad y obtuvimos nuestros pedidos con una gran rapidez: Un café turco con chocolate, un capuccino moka y un pan de plátano. He de decirles que estuvieron buenos, pero nada fuera de lo normal.
El plus de esta pequeña cafetería es que tiene muchos juegos de mesa, shishas, una guitarra y una pequeña colección de libros a tu alcance sin ningún costo extra, así que puedes distraerte un poco jugando con tus amigos mientras toman frappés y devoran sus panecitos, como también puedes ir tranquilamente a beber un té mientras lees un libro o haces tu tarea.

Este rico cafecito-​restaurant medio oriental-​casa de té, es de mis favoritos y a parte de que lo amo por estar a unos pasos de mi departamento, es mi rincón de lectura siempre y cuando no entre la noche y den al rededor se las 7pm porque todo se arruina por el ruido de un bar que esta situado junto al Tov.
Me encanta porque el servicio es excelente, amo el café fuerte y ligeramente amargo como el turco que tienen en su menú, sus esencias y café son traídas de Israel y estan a precios muy accesibles. Tienen silloncitos cómodos para leer, son amigables con tu mascota ya que tienen un área para que estes con ella y apoyan mucho el arte, la música y la lectura. Indudablemente es un excelente lugar para disfrutar solo o acompañado.

Aquí puedes encontrar frappés diferentes como el de mamut, piruetas de limón y Ferrero, cuya crema chantillí es de COLORES, sí rosa, verde, azul y hasta morada (aunque es un poco dura en comparación con la normal, está rica). Si quieres probar de un frappé diferente, te recomiendo el Random, el cual tiene galletas piruetas de limón (emperador), plátano y almendras con chocolate; un sabor realmente diferente.
«Tov» tiene varias cosas que me encantan y que son muy padres para pasar una buena tarde, como es el caso de los juegos de mesa que hay en el lugar y hasta una guitarra que puedes tocar si te animas. Te vas a dar una buena divertida.
Tienen un corcho en la pared donde puedes dejar un mensaje al café o a los clientes, e incluso te dejan pegar flyers para eventos o actividades. Además hay uno que otro libro para que puedas tener una lectura a gusto mientras tomas un cafecito.
La atención es muy buena ya que por lo regular se encuentra el dueño ahí. Si vas por las noches no te recomiendo la terraza por que la música del bar que se encuentra a un lado te complicara el que puedas tener una plática a gusto, pero adentro es una muy buena opción.

Por fuera lo primero que ves son esos silloncitos estilo lounge que te invitan a sentarte y despejarte un rato, después miras a su alrededor y te das cuenta que junto hay un bar tan pegado que en cuanto acomoden sus sillas y periqueras sobre la banqueta, este curioso café desaparece entre el punchis punchis.
Las bebidas están bebibles, las han mejorado, pero creo que mi gusto se quedó con la primera impresión porque nada más no terminan de hacerme feliz.
Los frappes pueden saber mucho a hielo/​agua así que siempre opto por un té o mi amado café turco.
Por extraño que parezca, hay comida, y dije extraño por que no es el clásico panini o pancito dulce ¡no! aquí encontrarás pitas preparadas de mil maneras, dulces arabes (aplausos de pie a su baklava ¡muy buena!), uno que otro dulcesillo casual de chocolate y gelatinas; éstas últimas relativamente nuevas en el menu pero muy ricas.
El lugar tiene juegos de mesa, internet, shishas/hooka/narguilé(como gustes llamarle) y ¿por qué no? igual venden pulseritas de esas pa´l mal de ojo que tienen cositas como manitas de Fátima.
Está padre para pasar la tarde, siempre y cuando no den las 6pm y estés en la parte de la terraza, porque de ser así la música del bar de junto hará tu plática una misión imposible.

¿Te gusta tomar un aromático té mientras lees o haces alguna tarea? ¿cafetear con un amigo o invitarle un postre a tu chica/​chico? En Tov Café puedes pasar una amena tarde en solitario o en compañía.
Aunque se anuncia como cafetería –y se vende diferentes tipos de café: el americano clásico, el fuerte turco, capuccinos, frappés, etcétera – , la especialidad de la casa es el té, pues cuentan con una amplia gama de perfumados tés de hierbas, espirituosas infusiones y exótico chai o incluso los originalísimos fratés y tepuccinos.
Para acompañar, uno puede ordenar postres medio-​orientales de nuez como el mamul (polvorón de dátil, pistache o nuez) y el delicioso baklava (especie de pastel de nuez); si uno lo prefiere, también hay pays clásicos. Si se quiere algo salado, puede probar las pitas y el cremoso falafel.
Además de las bebidas y comidas, la experiencia de pasar un rato agradable en Tov Café se ve aderezada por las hukas (pipas de agua), juegos de mesa y hasta una guitarra que está a disposición de quien quiera rascarla.
La atención de los meseros es amable, servicial y atenta. El espacio es pequeño, por lo que hay que considerar esto. Pero el precio accesible en comparación con las grandes cadenas de café y té que, además, suelen estar atestadas y ser ruidosas. El lugar es excelente para la semana, sólo recomendaría tomar en cuenta que está junto a un bar, por lo que los fines de semana, ya entrada la noche, puede resultar un poco incómodo.

Procuro ir a Tov Café mínimo una vez al mes. Ellos, al estar preocupados por sorprender constantemente a sus clientes; crean cada mes un nuevo frappé, el cual puedes pedir en el menú como el «random». Ahora acaban de sacar dos sabores: piruleta de limón y plátano con chocolate abuelita.
Tov café nos quiere compartir un concepto árabe, ellos importan su café desde Israel, con un sabor fuerte y amargo; delicioso para los amantes del verdadero café.
En su menú igual cuentan con platillos y postres árabes como pan de pita, falafel, Baklava, mamules, entre otros.
Con tu tarjeta de lealtad te obsequian por tu sexta visita un Baklava: dulce árabe parecido a una hojaldra con nuez y bañado con esencias; y por tu doceava compra te regalan un frappé.
Ellos cuentan con un trocadero, junto con el colectivo Traficante de Letras promueven el intercambio de libros. Igual son pet friendly, tienen un espacio para tus mascotas y, para las tardes de ocio, cuentan con una variedad de juegos de mesa para pasar el rato con los amigos.