Anderson’s

Great food, convenient hours, very friendly and attentive staff. Was surprised to have the place to myself for much of my meal.

This is a cute pub in the middle of Reforma. It looks like a combination of British pub and Italian restaurant. The service staff is incredibly friendly and multiple waiters have a great sense of humor. We received breads, sauces, chips, etc for free with our drinks. The sopa azteca is delicious, and I enjoyed the chalupas. I did not get a full meal here though because the prices were quite high. The house wine was ok. Overall, nice place, good service, decent food, but the prices are far too high. They do have wifi though

Un lugar al que sólo le tengo cariño y buenos recuerdos. Además, creo es el último sobrevivientes de los restaurantes Anderson´s, sobre todo ahora que el Traslomita y el Tecamacharlies ya se separaron. Este lugar sigue aquí, en Reforma, con sus cocineros y meseros de toda la vida, ofreciendo el mismo, riquísimo, probadísimo y seguro menú de siempre que te lleva a pasear por toda la granja con sus opciones Pio pio, Mu mu y Oink oink.
El caldito de camarón antes de la comida comenzó en este lugar, y aquí también siguen conservando el semáforo de madera que volteas a verde cuando estás listo para ordenar. Mención especial merece la rebuscada compilación de videos que pasan en las televisiones, que abarcan desde pianistas rusos contemporáneos, pasando por cuartetos de super chicas violinistas eslavas tocando en ruinas romanas hasta Yanni pegándole a los teclados como si no hubiera un mañana. (sospecho alguien gusta del New Age intensamente entre el personal). De postre recomiendo la Crêpe suzette, elaborada con licores finos y flameada en tu mesa.
Al terminar, te recomiendo caminar por Reforma para bajar la panza y evitar el mal del porkiño.

Venir aquí es un placer, todo lo que hay en la carta es una delicia, la atención de los meseros siempre cordial.
Pero dejaré que en otras reseñas hablen de cada platillo, por mi parte les contaré de mi postre preferido aquí, las deliciosas crêpe Suzette es una crêpe dulce, rellena con mantequilla, una mezcla de mantequilla, azúcar, zumo exprimido de mandarina o naranja y limón, jugo de naranja, flambeada con Grand Marnier, Controy y Courvoisier.
La mitad de lo rico de estas crepas es ver como las prepara el mesero en tu mesa, el showcito vale mucho la pena.

Cerca de la Diana Cazadora en una zona muy «nice» se encuentra este restaurante, este lugar lo acabo de conocer ya que aquí organizamos una comida para mi abuelo por su cumpleaños, al llegar nos llevamos una sorpresota, había una promoción en la cual si cumples más de 40 años te hacen un descuento del 30%.
Eso fue genial y vaya que no aliviano el bolsillo porque no es un lugar muy económico que digamos, aun así considero que la decoración, el servicio y sobre todo la comida lo vale. Platillos mexicanos e internaciones componen el delicioso menú de este galante lugar, me quedo con lo que pedí: unos ricos ostiones, una ensalada carranza con camarones y una arrachera, muy recomendable.

En una de las zonas mas exclusivas y con los mejores restaurantes se encuentra este famoso «Andersons» muy cerca de la fuente de la Diana Cazadora.
Un detalle que llama la atención son su caballitos que decoran la fachada y que hacen juego con el antiguo amarradero de caballos en el exterior.
La comida aquí combina platillos al mero gusto mexicano con una interesante variedad de pescados: ricos pescados al horno o a la talla de sabor agridulce, camarones al mojo de ajo o mejillones al gusto.
De las carnes recomiendo mucho el delicioso filete arriero con cebollas o las ricas puntas al chipotle de suave consistencia que se derriten a la primer mordida. Para los gustos mas simples también hay ricas milanesas de filete.
El ambiente es familiar y perfecto para toda ocasión. Los precios pueden ser elevados pero la calidad los justifica bastante bien. No lo dejen pasar.

Así como una canción de Flans me hace recordar épocas de calentadores, pelos con crêpe y Cati la Oruga, el Anderson me recuerda a el lugar que mi mamá y mi papá gozaban para salir a comer y echar el copetín en los 80s. Hoy en día sigue bien puesto en esta locación en reforma, con servicio excepcional y buena comida. Como siempre me pasa en un restaurante con un menú extenso me pierdo en el mar de opciones per algo muy rico. La sopita de tortilla es muy buena. así como las palomitas de camarón el ambiente es un poco oficinista y hay muchos señores.

Un lugar bastante recomendable y agradable sobre todo para aquellos que cumplen años ya que cuentan con diversas promociones para todos los festejados y sus acompañantes.
El menú es bastante diverso y con opciones para todos los gustos. Pueden iniciar su comida con alguna entradita como algún queso fundido o las palomitas de camarón. También hay unas ricas ensaladas, aunque si les soy sincero yo prefiero iniciar con unos ostiones «tarzán» que delicia.
Ya para seguir pueden pedir alguna crema o sopa y de plato fuerte sus opciones serán muy grandes ya que hay pescados, mariscos, carnes, pollo, platillos mexicanos; en fin hay para saciar antojos. Yo en lo personal me fui por lo marino y pedí un filete de pescado al horno. Claro que no se olvidan de los que están a dieta y hay unas buenas sugerencias para ellos. El servicio me parece excelente y la ubicación de lo mejor.