Café El Jarocho

Es mi cafetería favorita, sirven un café más rico que Starbucks y Cielito Querido Café.
En cuanto a precios es demasiado accesible para que cualquier persona pueda probarlos.
Para acompañar tu bebida tienes varias opciones, las cuales van desde pan dulces hasta tortas que tienen un gran sabor y son muy ricas.
Cada vez que voy a Coyoacán siempre paso por una bebida que en especial es el chocolate caliente.

El café más barato de Coyoacán pero también el de más mala calidad, El Jarocho tiene toda la vida y es punto de reunión de estudiantes y desempleados, trasnochados de izquierda radical Y otros libre pensadores en la fauna capitalina, pero eso no significa que su café sea bueno.
El sabor de su café americano es ácido y sin ninguna nota que lo distinga y sus chocolates y Moca chinos son bastante triviales y olvidables. Aún venden las donas americanas de nuez tan populares en los setentas y ochentas Y que todavía saben igual así que un punto a favor de la nostalgia.
Si te gusta sentarte en sillas de plástico medio sucias y utilizar un jacal de mesa adelante, porque la verdad es muy barato!

Llevo años viniendo aquí. El servicio es rápido, la comida es buena, tienen buenos precios, y el café y chocolate caliente son buenos.

We stopped at café el jarocho because it looked like so much fun; lots of people outside sitting in the morning sun, drinking coffee and donuts, some people had ridden there, some had walked their dogs. Everyone was chatty and happy.
It had a Long line but it moved very quickly. We ordered two long blacks (americano) and two donuts. My donut had icing but it was hard and fell off the donut onto the floor. The coffees were not very good; they tasted burnt and came very hot. Lovely atmosphere but disappointing coffee.

Mexicans love this place, and I can understand why. This is one of the most traditional coffee shops in the country. With over 50 years of history this place serves café de olla (spiced coffee cooked with cinnamon and dark brown sugar), regular coffee, lattes and other artisanal coffee drinks.
People line up on the street to drink the coffee that is just OK. Service is quite bad and there is not a place to hang out and drink your cup, so you must take it to go. Although is not my favorite this is a Mexican tradition and when in Coyoacán you should try it.

Vengan todos por un café al jarocho y consiéntanse con una dona gigante. O un chocolate caliente. O un frappé. O una infusión frutal. O una torta. O todo, porque los precios son amigables y te pertimen comprar bebidas para 4 o 5 personas con menos de 100 pesos.
Eso sí, siempre habrá una fila larga y tendrás que hacer unos cuantos malabares para encontrar lugar si quieres consumir ahí, pero la fila avanza rápido y nadie prometió que habría mesas cómodas a tu disposición.
Lo mejor es que apliques la bebida y comida «para llevar comiendo» (sí, eso existe).
Excelente relación precio– calidad y una elección segura y no sólo por accesible, de verdad lo que venden es rico.

Didn’t actually like the coffee here but the outside seating is great (also wifi that works yay)! No bano :/​The park nearby is nice to walk through.

Have a coffee there, It’s usually strong and well made, check the local shops around. There is always something to see

me metï una quemada de lengua con el moka, pero despues de todo disfruté de un muy buen café, tiene lo normal en las coffeshops, calientes, frios, chai… pero es peculiar ver las tapitas rojas de los vasos en la mano de todos los que se sientan por las banquitas de la esquina, muy recomendable para pasar el rato

Best Mexican hot chocolate and coffee. There’s not that many places to sit so take it to go and stroll around Coyo.

Great, inexpensive coffee with no frills!!! Mexican coffee doesn’t get any more authentic! I wish they would put a location in la Condesa. If you’re going to buy a kilo of beans to take home (highly recommended), get the Cuban roast.

While visiting Coyoacàn, I was told they were known for their coffee. So of course, I had to find the «best» spot. So I ended up at El Jarocho – and apparently everyone else as well. I couldn’t believe how long the two lines were and of course it made me that more excited to get my hands on a coffee. I waited at least 25 minutes in line to finally put my order in – a frozen cappuccino. They also have pastries available but I decided to stick to the drink. It was okay, strong, but I guess I expected more after waiting in line for almost half an hour. It was more like a slushy. No whip cream. It’s not a spot you can go and sit at. You grab your coffee and go enjoy the park. I should’ve ordered the basic coffee but I didn’t want to get back on that line.

Great coffee. I last visited this coffee shop March 22^nd, 2014. I really wish they had more locations around the city and the state of Mexico. They roast their own Mexican coffee. This location doesn’t have any seats because it is a walk up counter. This doesn’t make a difference because Coyoacan is a great area of the city to walk around while you enjoy your coffee. However, there are a few benches to sit down on along the sidewalk. I love the coffee here. The chocolate is amazing, the best I ever had. I get the chocolate with coffee, it is perfect. I understand the cajeta (Mexican carmel made with goats milk) is amazing with the capuchino. You could also try it with coffee. I bet it is great. I also recommend the «pay de queso». It is a bit similar to cheese cake. It is the best «pay de queso» (cheese pie) I have had. Yummy! Kind of a funny thing to note, pay=pie. In Mexico if you read «pie» in Spanish it means foot. Not an appetizing connection, so it is spelled «pay» and means pie and is pronounced like pie. Go to this place for coffee every time you are in this area. It really is the best.

Café y chocolate para cualquier momento a cualquier hora, no necesitas un motivo ni acompañante para ir a beber a el Jarocho un buen trago de tradición, eso es lo que por muchos años nos han enseñado sus dueños, que siempre viene bien y así tengas que cruzar media ciudad por un café valdrá la pena haber hecho tanto tiempo, y esperado después de tantas personas, hay lugares que no se conciben sin esto o aquello, sin esta fachada o tal lugar, pues así pasa con Coyoacán y el jarocho no se imagina uno sin el otro, a pesar de que cuenta con varias sucursales las de Coyoacán son la mejores, tal vez no se a lo más objetivo del mundo decirlo pero es verdad. No hay visita a Coyoacán sin una parada obligada y sustancial a el Jarocho, se uno dos o mil cafés siempre serán la onda, fin.

Mi café favorito…
Siempre que voy a Coyo, no puede faltar mi cafecito del Jarocho, sabe delicioso y está muy barato (con lo que te compras uno «alto» en Starbucks, aquí te compras dos grandes).
Es un café con muchos años de tradición y cuenta con sucursales repartidas en diferentes puntos del DF, pero esta en específico es la que más me gusta y a la que siempre voy, te atienden súper bien y te queda perfecto para pedir uno y después irte a dar el rol por el centro mientras te lo vas tomando.
Además de café, también venden pan, tés y tortas. Te recomiendo que pruebes el Capuccimoka frappé, sobre todo en un día con calor… uff, ricura sabrosura.

Para mí Coyoacán y Café el Jarocho son sinónimos. Pienso en uno de ellos y por mera costumbre colateral termino pensando en la otra. Inevitable. Y es que a fuerza de repetir la tradición de comprar una ‘taza’ de café en este local específicamente es algo que se ha vuelto para mí una verdad de sentido común.
Lo que me gusta de esta sucursal en específico es que uno puede tomar un lugar en alguna parte de la banqueta que rodea a la cafetería. Cierto, habrá quienes digan que obstruyen el paso, que es vía pública, que estorban; pero también es cierto que estos detalles son lo que le da ese carácter pintoresco y festivo a la zona.
Café, capuccino, moka, chocolate, donas, trenzas, mantecadas. Esa es la oferta.

Nació como una pequeña esquina llena de historia y olor a café. Ahí mismo puedes ver los sacos y la mezcladora de granos de café. Un café para el ciudadano de a pie, un café de paso, un café que se pide en la barra y quien recibe el pedido lo canta y mientras lo van preparando atienden al que sigue. El expendio también vende café en grano y pan dulce. Mis favoritas las donas de chocolate y de café un «cortao».
Siendo rigurosamente críticos no es el mejor café ni mucho menos, es un café cumplidor, que despierta nos devuelve el estado alerta cuando hace falta o cuando se nos cruza. Por el barrio de Coyoacán hay varios, a mi me recuerda mis épocas de estudiante.

Starbucks invadió México. «Tall», «Grande» ‚“Venti”. Aunque es bueno que lugares den un servicio muy cómodo como de «segunda casa», muchas veces el producto sufre cuando la meta es cantidad. Pero no en El Jarocho… como dicen: Más sabe el diablo por viejo que por diablo.
Esta cafetería lleva desde 1953 levantando el ánimo a todos los sonámbulos, poco a poco ha crecido y ha ampliado sus productos convirtiéndolo en un gran favorito capitalino. Es bueno probar de todo tipo de café, Sudamericano, Africano, Asiático, sin embargo, creo firmemente que México tiene una de las mejores tierras cafeteras en el mundo. Lugares como Veracruz, Chiapas y Oaxaca producen excelentes semillas llenas de sabor y aroma.
Esta sucursal ubicada en Coyoacán siempre está llena a más no poder. Recomiendo todo en el menú. Si te gusta la caféína, el clásico de olla o el espresso son buenísimos. Si te gusta meterle sabores dulces pide El chocolate o Capuchimoka (trabalenguas seguro). Si no quieres algo tan pesado, El Jarocho cuenta con una muy buena variedad de tés… el de menta con leche te pone en modo navideño con cada sorbo.
Si tienes hambre hay tortas y hamburguesas, y si andas con antojo dulce hay panqués, donas y trenzas, pero aquí en Coyoacán tan pronto compres tu café, habrá un vendedor de churros al lado para completar la majadería.

El local de «Café El Jarocho» en el centro de Coyoacán es quizá la cafetería más conocida y prestiguiada de toda la ciudad, sin embargo las largas filas sobre todo, en los fines de semana, no nos permiten a muchos poder disfrutar a gusto su extraordinaria variedad de café. Es por ello, que existe esta otra sucursal en la Avenida Coyoacán, que en varios sentidos es mucho mejor que la más famosa del centro.
La clave esta en la comodidad de que si bien, si hay por lo general algo de clientela, no son las largas filas que toda una cuadra, ademas el lugar cuenta con sillas de plástico que uno puede desplegar a sus anchas y a su alrededor.
También, cuenta con estacionamiento, lo cual hace muy disfrutable el poder quedarte a beber tu café en tu propio carro.
Otra característica extra, es que hay un «parque de bolsillo» justo a su entrada lo cual lo hace visualmente agradable a la vista.
De su café, no hay mucho que decir, solo que es exacatmante igual de exquisito y aromatico que el de la sucursal hermana del centro Coyoacan.
¡Pásenle!

Este café se llena menos que los otros Jarochos de coyoacán, por lo que es una buena opción si no eres una persona muy paciente. Acaban de abrir un espacio verde con estacionamiento de bicicletas, como parte de los circuitos que apoyan la cletofilia en coyoacán. También hay algunas panaderías alrededor, por si gustas ampliar la variedad de panes que ofrece el jarocho.

Un lugar de tradición para todos los que visitan Coyoacán, además ha resistido la llegada de marcas transnacionales. La ambientación del Jarocho es muy tradicional y pareciera que las instalaciones tienen muchos años.
El aroma a café se hace presente en todas sus sucursales y los amantes de esta bebida pareciera no importarles las enormes filas ni las incomodidades de poder tomar su café ahí mismo.
Además ofrecen bebidas como tés calientes, frappes, tés helados y una variedad de panqués, pero lo que sin duda es lo que a mí más me gusta son las tortas en especial la de milanesa.
Así que lo recomendable es ir pedir tu bebida favorita y algo de comer y llevártelo ya que las bancas que ahí hay son insuficientes, pero sin duda vale la pena visitar este lugar y no dejar que muera la bonita tradición de visitar «El Jarocho» de Coyoacán.

Coyoacán se distingue por el gran numero de cafés que se pueden encontrar, dentro de esa tradición cafetera encontramos al que quizás fue el pionero de ellos, EL Jarocho uno de los pocos cafés que sobrevivieron a la invasión de los cafés de chinos en los 50. Hoy en día sigue sirviendo su gran café de altura, pero adaptándose al mercado contemporáneo. En el podrás disfrutas desde un clásico americano, hasta una gran variedad de tés y tisanas, y parte de su selección de panecillos; como donas, roles y galletas. Así mismo si tu apetito es más grande podrás pedir alguna de sus tortas o sándwiches preparados al momento. Si tuviste una noche larga o la pesadumbre no se va de tu ser te recomiendo un Jarocho especial, despertaras al instante ya sea por lo caliente o por la fuerza del café. De lunes a domingo a partir de las 6:00 am tendrás una buena opción de café.

Una tradición coyoacanense por excelencia, ir a Coyoacán y no tomarse un café del jarocho es algo impensable. El tostado del café del jarocho no es muy bueno y llega a ser extremadamente amargo, cuando vas al jarocho, compras la experiencia de estar sentado en un lugar en el que tranquilamente puedes ver como pasa la gente, platicar con tu novia o amigos y encontrarte ahí unos cuantos mas.
El chocolate del jarocho es mucho mejor aunque es muy dulce, siempre puedes pedirle al varista que lo prepare ligero.
Ademas de café y chocolate, también venden tortas que son muy buenas.
El trato en el local no es tan bueno, es un poco distante y caótico por la cantidad de gente que tienen así que debes de armarte de paciencia al ir a este lugar.
Lo más recomendable es después de comprar el café, ir al centro de Coyoacán y visitar todo lo que tiene por ofrecer.

Esta cafetería tiene una amplia tradición, tal vez ya es muy conocida, sin embargo, es incómodo que las instalaciones no se presten para que consumas tu café en el mismo lugar, además de que siempre está muy lleno y debes hacer fila 5 minutos en promedio para ser atendido.
Tal vez las instalaciones no dan para más, sin embargo, debe tomarse en cuenta para mejorar la atención con el cliente.

Aceptémoslo, si algo nos gusta a todos es el café y aunque de repente nos tiremos más por las franquicias extranjeras que te brinden un vaso con tu nombre en plumón, el café mexicano es el más rico.
Para eso, el Jarocho se pinta solo. Consolidado como uno de los primordiales, con historia y tradición, este café de origen 100% mexicano, es una pequeña franquicia que comenzó hace más de cincuenta años.
Si caminar por Coyoacán y sus calles resulta acogedor, sin duda alguna detenerte a tomarte un buen café en el Jarocho te deja el mejor sabor de boca. Además, cuenta con Wi-​Fi por si no sueltas para nada el celular o de plano te acabaste tus datos.
Pero, el Jarocho no solo es café, no. En su menú cuentan con tortas tradicionales –de pierna, jamón, salchicha, milanesa, chorizo, etc.-, y hasta hamburguesas. Y, para acompañarlas, debes pedir unas rajitas o chipotles que son siempre tradicionales a los que ellos llaman «los de la abuela».
Aunque hay una gama variada de entre cafés y tés, sin duda el café de olla es de lo más sabroso.