Eso de andar con el dolor de muelas todo el día no está padre, mucho menos si tu día estuvo lleno de estrés por el trabajo… Justo eso me pasó en una ocasión cuando iba de vuelta a casa, ya que ni con el ketorolaco se me quitaba el dolor; estuve a punto de tomarme unos mezcales para que al menos se me olvidara un rato, pero finalmente al esperar el camión volteé hacia el otro lado de la calle y vi el anuncio«dentista». No lo pensé dos veces, me acerqué y al ver que estaba abierto y que además recibían tarjeta para pagar, me animé a tocar la puerta y esperar. El doctor salió enseguida y le comenté mi dolencia, afortunadamente no tenía paciente y me atendió de inmediato. Me puso anestesia y al fin se acabó el dolor, pero la mala noticia era que por mascar tantos chicles se me había caído una amalgama, por lo que me preguntó que si quería reponerla. Obvió le dije que sí y me explicó los precios entre resina y amalgama, los beneficios de cada una y finalmente elegí la segunda y en unos minutos me olvidé del tremendo dolor de muela. :)