La atención muy buena, el ambiente agradable. La vista de la terraza no es particularmente hermosa pero en una soleada tarde se agradece que entre el aire fresco. La pizza de aguacate es de lo mejor, me supo a mar. Enseguida pedí ternera, muy buena y suave, la guarnición rica. No se si los precios sean los adecuados, me pareció algo caro. Sin embargo, es un lugar bien y rico para comer. No hay mucha gente y es poco conocido por lo que puede uno pasar un rato tranquilo y bien atendido siempre.