La Taza de los Sueños

Entre el sinfín de locales que existen en las zonas circundantes de Ciudad Universitaria, cerca del metro Copilco encuentras la Taza de los sueños. Entre variedad de restaurantes y comercios que dan servicio a los estudiantes de la UNAM, este en particular brinda, no sólo un lugar para comer sino un foro de expresión artística donde se presentan varios eventos y ofrecen talleres.
La hospitalidad de los dueños es muy grata, recibiéndote literalmente en su casa. En el garaje fue adaptada una zona para las mesas, misma que fue decorada coloridamente tal como en un cuento de niños. En el fondo, dentro de la casa están la zona de cocina y de lectura, mientras que en el nivel superior tienen un par de cuartos a la renta (para estudiantes). De vuelta, en la jardín encuentras una estructura para practicar y tomar clases de baile o telas en el aire, que fue instalada a partir de una petición de algún cliente frecuente y a quien los dueños no dudaron en complacer.
Definitamente es un lugar muy curioso, único en la ciudad, que vale la pena conocer.

Así pasó: iba en el metro y me bajé en Zócalo, de pronto me interceptó un mimo y me hizo una demostración de que le gustaría platicar conmigo, invitarme un café, platicar, reír. Fue divertido y cuando le iba a dar dinero se negó. Me hizo señas de que me esperaría, que le dijera a qué hora volvía para que le pagara con el café. Dije que en dos horas y estuvo de acuerdo.
Cuando regresé nos encontramos. Me sonrió y con gestos me pidió que fuéramos en ese momento a tomar el café. Suena a miedo pero no lo sentí. En todo el camino me hacía reír sin palabras y para cuando llegamos a metro Copilco, donde yo vivo, me agradeció la confianza con una hermosa y grave voz. Me dijo que fuéramos a la Taza de los sueños.
Este café no se parece en nada a otros, es una casa con jardín y sala acondicionados para comensales y donde siempre hay exposiciones de pintura, obras de teatro, lecturas en voz alta y demostraciones de danza. El reto de ese actor era convencer a su público y cuando entramos nos aplaudieron.
Rico el café, la comida, el ambiente. No venden mi venderán alcohol y si les gustan el rollo artístico y cultural, han llegado a donde los esperaban.

Este lugar ya me lo había recomendado pero por «x» o «y» no había podido ir, el día que fui fue porque abría una obra de teatro y todo se acopló: tiempo, interés y acompañante.
El lugar está un poco escondido, cuando fui estaban arreglando el piso de afuera y se veía algo raro, pero por dentro es un belleza!!!
Como asistiría a una obra se recomendaba reservación, pero no es necesaria; sin embargo, hable por teléfono para quitarme algunas dudas y hacer la reservación, me contesto Lily, la dueña del lugar, una señora hermosa en toda la extensión de la palabra, hablamos más de 15 minutos.
El lugar es una casa: el jardín, la sal y el patio son las piezas que conforman el café. Disfrutamos de una buena obra y durante la llamada Lily me recomendó las hamburguesa y como dicen a «a donde vayas has lo que vieres» pues eso fue lo que pedí, una hamburguesa tamaño monumental. Mi amigo pidió una pasta, muy rica por cierto.
Mientras esperas tu servicio te prestan juegos; ese día nos toco el servicio muy lento pues le falto personal a Lily, pero es un lugar en el que te sientes tan bien que no importa.
Lily te platica de lo que es la Taza de los Sueños, sus orígenes, su evolución y sus futuras metas; este café más que café es un foro cultural, de hecho tiene ese título y está muy enfocado en apoyar a los nuevos talentos.
Su horario es de la 1:00 a las 10:00 pm, sin embargo a esa hora se cierran las puertas pero tú te puedes ir a la hora que gustes, sólo le tienes que avisar a Lily cunado te vas.
Es un lugar mágico que se tienen que dar la oportunidad de conocer.