Parker & Lenox

Este re-​surgimiento de la col. Juarez esta dejando cosas muy interesantes y una de ellas es este lugar donde las hamburguesas al más puro estilo neoyorkino, estan maravillosas con oan hecho en casa y un excelente sazón. El lugar tiene un club de jazz escondido que opera en las noches, ya habré de conocerlo…

Tuve el honor de ir el viernes pasado! Qué sorpresa tan agradable. El lugar está increíble, la gente súper contenta! La música maravillosa! Me la pase súper bien! Cabe mencionar q fue una primera cita, y el lugar fue perfecto! Hubieron suficientes momentos íntimos como momentos llenos de jazz y baile! Me encanto! Muy recomendable! Y el personal del lugar impecables!

Divertido, muy buen ambiente y el diseño del lugar está padre. Las bebidas estaban ricas y la comida dos dos. Si regreso a la ciudad de Mexico, intentaré regresar!!!

Esta es una reseña solo del Lenox… Un gran amigo baterista de jazz anda aquí de gira y quería irlo a ver a un lugar muy padre. Entonces me puse a leer las reseñas y por eso llegué aquí. La verdad cumplió todas mis expectativas.
Lo primero que estuvo muy bien fue el servicio. Llamé para hacer reservación en la mañana y Luis muy apenado me dijo que había una reservación para 100 personas y que probablemente no iba a haber lugar, entonces quedó de hacer todo lo posible y de regresarme la llamada. Un par de horas después me dijo que sí podíamos ir y como le dije que traigo muletas, quedó de reservarme un buen lugar. También nos dio un muy buen tip, nos dijo que llegáramos 1 hora antes de la reservación de 100 para tener los mejores lugares.
Desde que entramos nos impresionó el lugar, la atmósfera, todo. Nos dieron una mesa justo en frente del escenario con taburetes. Justo atrasito vi una mesa con dos sillones rojos individuales y dos taburetes. Entonces le pedí a los meseros que si nos podían cambiar por lo de mi pie esguinzado y sí nos la dieron! Eso hizo todo perfecto. Estábamos super cómodos con una vista perfecta del escenario. Todos los meseros nos atendieron muy bien, así que el servicio es excelente.
El lugar nos inspiró a ser unos gordos y querer pedir varias cosas de comer aunque casi no tuviéramos hambre. Empezamos con unos dedos de queso muy ricos, aunque a mi esposo se le hizo que eran muy pocos (sólo 6). Luego seguimos con unas papas a la francesa con un poco de queso espolvoreado encima, también bastante buenas. Pero lo que nos hizo la noche en términos de comida, fue el pastel de zanahoria! Qué delicia! Si les gusta, no pueden irse sin probarlo. Es enorme, literal. De tomar pedí una bebida de gin con pepino, un toque de naranja y pimienta rosa (ni sabía que existía). Está rico aunque al principio te parece un poco rara la pimienta.
En cuanto al lugar pues está super padre, definitivamente se siente una atmósfera para escuchar jazz. Parece que esa noche no era muy común porque había muchísima gente. La reservación de 100 era el after de una obra de teatro entonces había varios actores y gente de la farándula jaja incluyendo a los de «Nosotros los Nobles». Había bastantes hipsters y la verdad la gente sí se arregla para ir ahí. Desafortunadamente íbamos underdressed pero equis y pues los de la fiesta no iban a escuchar jazz, así que sí se escuchaba ruido. Pero mi amigo y su cuarteto tocaron increíble así que fue una noche perfecta.
Tip para los músicos. Según mi amigo, no es el mejor lugar para tocar porque se oye muchísimo ruido. O al menos esa noche estaba así. Dice que ni podía escuchar sus pensamientos.

Ya sabía cómo iba la cosa: que atravesaría el diner (Parker) y por un pasillo que parece conducir a una bodega, llegaría al bar (Lenox). Pero aun así, cuando llegamos y la hostess nos dirigió hacia ahí, me sentí parte de un grupo selecto, una sociedad secreta o algo así hollywoodense.
El bar me fascinó: tiene una onda como de los años 30, muy chic. De tomar, pedí un Madame Kong (espero haber recordado bien el nombre), refrescante y con bonita presentación. Para cenar, probé el mac n’ cheese y la hamburguesa de portobello. El primero no fue nada del otro mundo, y además, nadie me advirtió que tenía tocino: S (yo no como carne). Pero la hamburguesa de portobello es la mejor que he probado en la ciudad.
Esa noche, tocó una banda de blues, y aunque no soy experta en este tipo de música, me pareció bastante buena.
Definitivamente regresaría.

Mmmm pues me habían dicho que iba a arrepentirme porque mi cuerpo no soportaría tanta diversión… :|

Esta reseña se refiere exclusivamente a Lenox, el diner de hamburguesas (no al salón de jazz). El lugar es muy agradable, con una curiosa decoración de fichas viejas de asegurados por diferentes razones. La comida es realmente buena (mención especial a su dip de alcachofas, aunque las papas son decepcionantes) y la calidad de las hamburguesas es superior a la de muchos de los lugares que han proliferado por la zona recientemente. El único «pero» son sus precios que llegan a ser más que lo uno está pagando (las hamburguesas entre $ 150 y $ 170). Las bebidas son particularmente caras para un diner ($ 35 el refresco, $ 50 la cerveza nacional). Como ha mencionado otra reseña: sí vale la pena ir una vez, pero no es para regresar.

Un lugar bastante pretencioso, cuando llegué me preguntaron si tenía reservación, les dije que no y su respuesta fue que había una lista de espera y que en 20 o 30 minutos me daban respuesta, estuve a punto de irme cuando me dijeron que ya podía pasar y me dieron un lugar en la barra, estaba bien porque según yo estaba llenísimo y solo gente cool. Mi sorpresa al entrar es que estaba medio lleno, muchas mesas vacías y la gente muy equis. Por eso digo que es pretencioso. El lugar físicamente y el concepto son buenos, lástima por la gente que lo maneja o que ese día me tocó.

De frente, un diner llamado Parker. Al fondo, un club de jazz llamado Lenox. Entré a Parker en viernes de quincena por la tarde y traían la guardia baja. Me dijeron que no tenían lugar, pero no se detuvieron a pensar si yo buscaba mesa en el restaurante o en el bar. El restaurante estaba vacío, el bar lleno. Ellos asumieron que yo buscaba mesa en el bar. Primer strike. Lentos para servir bebidas, lentos para darte la cuenta.
Más tarde hubo espacio para entrar a Lenox y fue una historia completamente distinta: el cover es bastante razonable, el personal es ágil para darte mesa, servirte los tragos y hasta para encargarse de tu maleta si-​como yo-​eres un cliente hartón que no hizo escala en su hotel y se fue del aeropuerto con todo y maleta. Desconozco cuáles son los atributos de un buen bar de jazz, pero a mí me pareció estupendo: espacio, audio, iluminación, el crowd bastante atento y respetuoso de la música en vivo.

Does a good hamburger with great ingredients (maple syrup not to my taste but it works). The fries are on a whole other level though. Helpful staff and spotlessly clean. Always nice to have an open kitchen too.
A little pricey for what you get. Can’t really be charging three times the price of a regular can of coke for a mixer size. Cool nevertheless. I ate well and would recommend for a one-​time visit, but won’t be making the return trip.

Me encantó. Sorprendente sitio en la Juárez. Entras por una hamburguesería hipster, y al final hay un pasillo y llegas a una sala de conciertos que te transporta a hace 80 años. Las copas fenomenal, mucha variedad de alcoholes, y las hamburguesas bueniiiiiisimas. La verdad es que por todo ello merece las cinco estrellas. Pienso ir muy a menudo!

Sin duda el descubrimiento de las últimas semanas. Fui porque unos amigos me avisaron de que estaban dentro y me enviaron la dirección. Me costó identificar la entrada, ya que estaba buscando un local de jazz y a este lugar se entra a través de un restaurante americano que es parte del negocio. Cuando fui a las 23:00 el restaurante estaba vacio, pero la cosa cambio cuando atravesamos el pasillo que divide las 2 zonas. El local de jazz tiene un ambiente classy medio oscuro con mesas y sofas distribuidos de tal manera que no se siente nada aglomerado. Se puede tomar en la barra si no se encuentra mesa y se llega a ver bien el escenario. El show estaba en la pausa cuando llegamos pero lo retomaron a las 23:30 hasta las 00:45. No creo que nadie dejara el local durante ese tiempo. Muy buenos músicos y muy animados. El saxo todo un show. A todos se nos hizo corto. Buen lugar para impresionar a una cita o ir con los amigo para calentar poco a poco la noche antes de ir a algún antro de la zona. Tienen cerveza artesanal rica. Seguro que en unas semanas se empieza a llenar demasiado y empiezan a cobrar cover ¡Aprovechad ahora!

Dinner americano clasico con un bar speakeasy de jazz abiertos de 1 pm a 2 am.
Inagurado en Mexico DF esta misma semana, concepto de Dinner Americano por el dia y por la noche es un bar de Jazz
Recomendado para la zona de la Juarez.
Precios accesibles tanto en tragos como en alimentos