Pon Hing

Buena comida, servicio a domicilio muy eficiente. Aunque la preparcion de alimentos no se percibe muy higienica. Pero precio beneficio es inmejorable.

Definitivamente antes era fan de la comida china y cantonesa, pero cuando fui a Pon Hing, me hice FAN FAN, sí, porque es no sabrosa, ¡lo que le sigue! El arroz y los rollitos primavera con el «aderezo» agridulce –nunca he sabido cómo se llama pero me encanta, jijiji– es la onda.
Y está súper porque como es área de oficinas, ofrecen servicio a domicilio y por mucho tardarán una media hora en entregar tu pedido, genial, ¿no creen? Cabe mencionar que no es propiamente un restaurante, más bien es una fondita con apenas unas 15 mesas (a lo mucho), sin embargo, con ellas no se dan abasto, de tanta gente que va a comer ahí.

Pedí el Paquete no. 1 y cambié el Chop Suey por Pollo Almendrado, que debería llamarse ensalada de jicama con un «toquecito de pollo». El arroz frito esta rico y trae trocitos de carne de puerco.
Puedes pedir que tu té verde o de jazmín lo sirvan frío y te ahorras el agua.
No hay postre, ni galletita, ni menta al final. A una cuadra hay está Chocolates Curryer para los que necesitan cerrar con un sabor dulce.
Comida sabrosa pero nada extraordinario. Es una fondita de comida china.

¿Con hambre y quieres comer mucho por poco dinero? Este lugar es una buena alternativa. Uno de los pocos restaurantes chinos del rumbo. Con los típicos menús que aumentado de platillos según el número de personas y de precio. El lugar se ha convertido en una opción de los oficinistas del rumbo durante la semana y de los vecinos. Aunque se llena muy rápido, se organizan para aprovechar cualquier espacio vacío y evitar lugares desperdiciados. Por lo que podrías compartir con alguien durante un rato. El servicio es bueno y rápido. Entre gritos de español mal hablado y, creo, cantonés Los rollitos primavera están ricos, el arroz frito tiene personalidad. De los especiales, el Moo woo kay ping (pollo con vaina de chícharos, elotitos tiernos y champiñones) está bueno. El pollo almendrado quita el hambre sin ningún problema. La sopa de Won Ton es más un acto de fe. Muy barato.