Shiva Station

Me gusta la comida hindú pero esta es además vegetariana así que hay otro tipo de cocina como pizzas, hamburguesas e incluso sushi.
Mi favorito fue el mango lasi con cardamomo y de comer disfruté las pakoras y samosas.
Buen y tranquilo ambiente. Eso sí, vayan con mentalidad slow food porque el servicio es lento. Pero si no hay prisa está muy a gusto para ir a cenar entre semana o comer el domingo. Volveré pues la pizza se veía muy bien.
Al parecer son muy populares los tacos de trompo de soya… Sí recomiendo ir a probar. Tienen menú a la carta y comida corrida variada todos los días.

Pues tuve una experiencia bipolar con este lugar. La comida está muy bien, la van variando y es estupendo que tengan un menú por día y muchas cosas ricas y saludables que comer. La verdad es que uno puede descubrir que se puede comer bien y rico sin extrañar las hamburguesas ni los tacos por que también están incluidos en su carta y todo a un precio excelente.
Ahora, en lo que podrían mejorar muchísimo es en el tiempo de entrega de la comida. Como no tienen servicio a domicilio llamamos para pedir que nos tuvieran lista la comida para llevar, y cuando pasamos por ella tuvimos que esperar otros 20 minutos por que no estaba lista y teniendo una hora para comer ni como disfrutar la comida así. En el local el servicio también es lento así que vayan con tiempo y sin mucha hambre o su experiencia puede ser horrorosa y eso en verdad no le hace justicia a la comida que ofrecen.

Llegué a este restaurante vegetariano, porque andaba cerca de la zona Mitras y ya tenía tiempo que los seguía en Facebook, asi que decidí probarlo, aunque no soy vegetariana, pero si disfruto la comida.
El lugar es muy sencillo y es un negocio familiar, cuya especialidad es la comida hindú, además de baguettes, hamburguesas y tacos al pastor.
Diariamente ofrecen un menú diferente que incluye:
Sopa, ensalada, plato principal, pan, postre y agua por $ 70
Lo que comí fué una sopa de chícharo seco muy rica, una ensalada muy sencilla con zanahoria, lechuga y pepino con ajonjolí tostado y muy buena vinagreta, el plato principal consistió de arroz con azafrán, guiso de berenjena y plátano macho y pakobas, que son verduras capeadas con harina de garbanzo y ajonjolí. Esto último fué mi favorito junto con los plátanos flameados de postre.
Las porciones no son muy grandes pero como son muchas cosas ni siquiera me lo pude terminar.
Lo único malo es que no cuentan con aire acondicionado, solo tienen un ventilador de piso.
La música de fondo y los toques de decoración es hindú.