Monumento Fronterizo. La Mojonera

La mojonera es el monumento fronterizo localizado en el malecón de playas que avala específicamente a ese punto como una de las puntas del país lo cual recuerda a la típica frase que se utiliza al referirse a Tijuana «Aquí empieza la patria». La mojonera 258 es el inicio de los 3,185 kilómetros de línea fronteriza que separan a nuestro país con nuestros vecinos norteamericanos, se construyó hace aproximadamente unos 50 años, y en efecto a un lado del monumento hay también una barda que divide la plaza mexicana de la norteamericana.
Es algo muy curioso y también muy característico de la ciudad ya que en la misma barda aun lado del monumento hay algunas pinturas y frases escritas que denotan una profundidad consecuente de una historia que ha sido la principal en nuestra ciudad: El sueño de los migrantes por una vida mejor a través al otro lado de aquellas bardas que delimitan todo el perímetro de la ciudad.

La mojonera 258 marca el inicio de los 3,185 kilómetros de línea fronteriza, que separan a México de Estados Unidos. Se ubica a los 32º 32′ 04″ del Norte y 117º 07′ 22″ Oeste. En la década de los 60, se construyó, a unos pasos, la Plaza Monumental de Toros; y, al finalizar de esa misma década, el famoso Faro de Playas.
El cerco fronterizo solía quedar a la mitad del cuerpo del obelisco de mármol blanco. Pero en el 2011, con la reconstrucción y reforzamiento de los muros y cercos, a iniciativa del gobierno de Estados Unidos, quedó completamente de lado mexicano.
Suele ser visita obligada de turistas y locales. Todos llegan y se toman la foto junto al monumento histórico. Actualmente, en los alrededores, se encuentra el Jardín de la Amistad, que es la entrada al andador turístico de Playas de Tijuana. Espacio familiar, histórico e ideal para contemplar las puestas de sol, cuando se esconde en las aguas del Océano Pacífico.

Antes estar más allá o más acá de la línea fronteriza era menos polémico que hoy en día. Uno no se imaginaba siendo un quebrantador de la ley si por descuido se estaba un poco más en territorio norteamericano.
Si bien, Tijuana no era una súper población así que mucho tiempo, unos ciento cincuenta años aproximadamente, se estableció la repartición, o más bien la delimitación, de ambos territorios y no era completamente sino una serie de monolitos a lo largo de la frontera norte.
Hoy sólo quedan como recuerdo y el número 258 es el alfa y la omega, el principio y el fin de toda la serie, convirtiéndose así en un monumento más para esta ciudad en donde, sin quererlo, encontramos siempre esta dualidad de límites y ganas de superarlos o cuando menos traspasarlos y sentirnos un poco más libre.
Yo siempre he pensado que la mojonera es una muestra de lo poblado en extremo de la Tijuana y además lo mucho que deseamos estar de aquel lado. A veces no queremos estar aquí, sino encontrarnos extraviados, allá, del otro lado del mundo.

En realidad este monumento es uno de los 258 monolitos que fueron instaladas desde Tijuana Ciudad Juárez para delimitar la frontera con Estados Unidos luego del tratado de Guadalupe Hidalgo en 1847. Luego de la guerra México perdió 2 millones 378 mil 539 de kilómetros cuadrados de territorio. Estos monumentos son testimonio del la escisión geográfica de mas del actual territorio.
La colocación de este el último monumento al poniente también marcó el destino de Tijuana como ciudad fronteriza. El resto de la frontera lo delimitó el río Bravo. Fue raro estar ahí y saber de cómo se marcó la actual conformación del país.