Su decoracion data de 1806, de ahi su nombre. Perteneciente a los hermanos ‘Maroto’ muy conocidos en el pueblo por los distintos restaurantes que poseen(Las fuentes y el restaurante Reina Victoria), tambien ubicados en el centro de Aranjuez, hacen que junto a su buena cocina, los restaurantes sean conocidos y visitados por cientos de personas de Madrid y su comunidad. La decoracion es todo un lujo, no es un restaurante demasiado grnade, pero de techos muy altos y abovedados que le dan un aire muy acorde con el sitio de su ubicacion, el Jardin del Principe o de los Reyes como tambien es conocido por ser en la antiguedad el sitio de recreo y caza de varios reyes entre los que se encuentra, Carlos III. Su comida, bien elaborada y con platos muy trabajados, haran la delicia de los paladares mas exigentes. Podemos hablar de platos tan variados como la comida tipica de Aranjuez, donde se encuentran los famosos platos de Perdiz en diversas variedades, El buen cordero a las hierbas y tomillo con frutos del bosque y, como no, las famosas fresas de Aranjuez regadas con nata y nueces o con helado, a vuestra eleccion. Su vinos de excepcionales cosechas, riegan cada uno de los platos que vayamos a degustar, ya que poseen una variada y gran bodega donde reposan todos estos vinos esperando regar sus buenos platos. Tambien tenemos la eleccion de degustar nuestra comida o cena en este restaurante El Castillo de 1806, en su preciosa terraza en el interior el jardin y con unas bellas vistas a la grandeza de los altos arboles y bella vegetacion que nos rodeara, lo mismo que escucharemos el sonido del Rio Tajo situado a la vera de este restaurante, aunque claro esta, todo esto debera ser desde principios de Primavera hasta el mes de Septiembre, despues solo accederemos a su interior. Su precios son algo elevados, nos puede salir por unos 60 euros por persona el poder disfrutar de toda esta combinacion de historia, deliciosa comida y bello entorno. Un buen restaurante el cual os aconsejo, como tambien una visita obligada a Aranjuez, Patrimonio Historico y Cultural, del que podeis disfrutar haciendo la ‘digestion’ de los manjares que habreis disfrutado anteriormente.