Enésima reinvención del local(en pocos años ha pasado a ser el Delfín, Pasarela, Canalla y Tarantino) parece que esta vez lo han hecho con fuerza. Manteniendo la mayor parte de la decoración(y a título personal empeorando un poco con los cambios) pero con otra plantilla y ambiente, logra ser una buena cafetería por el día y uno de los locales con más vidilla por la noche. Han incorporado recientemente una sección de cocina, dando mucho protagonismo a las hamburguesas que habrá que probar un día de estos aunque a idea de una hamburguesa de cachopo me cause emociones encontradas. Destacar el buen trato de la plantilla y ser de los pocos sitios no especializados en que tienes la opción de caña de Grimbergen(soy fan!), le pondría como deberes acabar de definir su estilo musical en la noche. Con el cambio de año han cambiado de pincha y está uniéndose a la dualidad pachanga/rock con momentos remember que se repite en casi todos los demás bares. Que sí, está bien para grupos de estilos mixtos, pero lo vuelve«uno más» en la escasa noche avilesina. Le vendría bien algo que le identificara especialmente por estar algo apartado de la zona principal y con locales rockeros justo al lado. En el exterior tiene una terraza herencia en buena parte de lo que era antes el Canalla, con sillones y agradable cuando la temperatura acompaña. Solo una pequeña parte aprovecha los soportales por lo que depende mucho de la climatología.