Me encanta esta cafetería. No por el café(que lo hacen muy bueno), ni por los cruasanes,(que también están muy buenos), sino por el ambiente familiar que se respira. Me explico: las camareras son del Grao de toda la vida, y como en todos los pueblos, todos se conocen. Así que si eso lo mezclas con buen humor, obtienes risas y cachondeo a tutiplén. Aquí vas a encontrar a gente desayunando, almorzando, tomando el aperitivo antes de comer y el café después. Tienen tapas, bocadillos, bollería, y un largo etc que lo convierten más en un bar que en una cafetería, aunque la estética es de cafetería. Un sitio donde ir a leer el periódico. Céntrico dentro del Grao. Al ladito de la estación de tren, el ambulatorio y el mercadona. Muy recomendable.