Uno de mis restaurantes favoritos en Euskadi(y siendo vasco soy un público difícil!). El edificio original es un Baserri Vasco(caserío) con estructura de madera de roble, de 400 años de antigüedad. El entorno natural es envidiable, con mesas en el prado que rodea el restaurante para tomar algo en verano y más de 10 pavos reales correteando por allí. Dentro, ambiente tranquilo y tradicional, con los techos y vigas de madera, camareras vestidas al estilo vasco e hilo musical en euskera. La cocina es también típicamente vasca, basada en ingredientes del país pero desde un punto de vista moderno(totalmente recomendables las almejas a la brasa, los txipirones encebollados a las dos texturas y el solomillo con queso de cabra a la miel).