Dirène & Headman

De 10. Ha sido un pelado rápido pero conciso, se ha parado donde debía y además ha estado muy atento a lo que quería y me ha aconsejado. Además sin esperar colas ni pedir cita.
Lo mejor además ha sido el precio. Por un pelado han sido 10’5 €. Encantando, volveré.

He de decir que no sabía que me esperaba cuando entré, pero la verdad es que el resultado me ha encantado. Te aconsejan, te dan conversación, son muy majos y encima hacen muy bien su trabajo. Además de hacer lo que les pides, mejoran tus expectativas. Muy buen resultado calidad precio, pues además no es nada cara tampoco. Muy buen sitio, de verdad.

I loved going here! The hair stylist was very nice, he asked me a few questions about what I wanted, and I came out with a great haircut.
Me gusto mucho ir aqui. El peluquero es muy amable. Me pregunto unas cosas sobre lo que yo queria cambiar, y yo sali contento!

Nunca he sido de los que son fieles a una peluquería o un peluquero pero conocí ésta peluquería porque uno de los socios tenía otra cerca de la zona y cuando se trasladó a ésta, empecé a acudir a ella. No tiene el «glamour» de las peluquerías de la zona, no te ponen música disco mientras te cortan el pelo y eso es lo que me gusta. No te distraen con parafernalia mientras te cortan. Te cortan el pelo y punto. Pero lo bueno es que te lo cortan aconsejándote, hablando contigo de lo que mejor te sienta, cómo te lo deberías peinar y, además, son fantásticos. También me suelo hacer la barba allí (nunca me la había hecho antes, prácticamente porque nunca he tenido barba antes) y me la dejan genial y supercuidada y siempre acorde con tu rostro y lo que buscas en tu barba. Para mí, la mejor peluquería del barrio.

La peluquería con menos glamour de Chueca es mi peluquería preferida. Es un negocio de barrio de toda la vida, con un toque «kitsch». Es tranquila, espaciosa y muy económica, y suele ser rápida en atender (aunque admiten reservas).
Es unisex, pero yo sólo puedo hablar por la parte de cortes para hombre. Si bien no soy un sibarita en cuanto a mi pelo, si soy algo exigente y hasta ahora he salido siempre muy contento con el resultado (la última vez contentísimo, se ve que nos vamos entendiendo). Los dos peluqueros se esfuerzan por entender lo que quieres, no se conforman con hacer un corte estándar. Además te dan consejos y son muy agradables y simpáticos sin resultar pesados.
Y uno de los puntos fuertes para mi: en vez de rasurar el cuello puedes pedir que te lo quiten con cera. Un segundo de dolor, pero así evitas que el antiestético pelo del cuello se vaya volviendo cada vez más duro.