No es la típica franquicia. Empiezo así este comentario porque no soy muy asidua a las franquicias en restauración y vine aquí pensando que no lo sería: tiene una decoración tan cuidada y un trato tan personal que no lo parece. Y lo más importante: una carta exquisita. La taberna intenta llevarte a los sabores de la provincia de Cádiz, de ahí la importancia de dos productos en toda la carta: el atún de Barbate y los vinos de Jerez y Sanlúcar. Aunque en la taberna se puede pedir mucho más. Tiene una carta equilibrada y completa, con ibéricos, quesos(muy recomendable el payoyo), ‘cuchareo’(brezas, albóndigas, carrillada) y frituras(croquetas, cazón, pulpo). Aunque para mi lo más especial de la carta son sus secciones de ‘Barbate y otros mares’ y las conservas. Deliciosas las huevas, la mojama o los berberechos. Y el atún, vuelvo a repetirme, en sus distintas versiones: con mermelada, aliñado, a la plancha… Nos gustó mucho también el salmorejo de espárragos. La primera vez que lo veía. La presentación de los platos también merece un sobresaliente. Propia de un restaurante de autor. Mención especial para las tablillas y los papelones, guiño a las tabernas tradicionales gaditanas. El precio también está muy bien. Por unos 4 platos(viene a ser algo a medio camino entre la tapa y la media ración) más 4 cervezas por 24 euros. En definitiva: un sitio asequible, con muy buenos productos, buena presentación y buen trato y en una zona estupenda de Marbella. Muy, muy recomendable