La cafetería Bohemia no es en sí un sitio 10. De hecho, las camareras que nos atendieron cuando fuimos esta Semana Santa estaban muy descoordinadas, se olvidaban de algunas cosas que pedimos, transmitían muchísimo estrés. Y del baño, mejor ni hablamos. Sin embargo, una vez que tienes tu café o cervecica y te sientas por la tarde mirando a la bahía, los pájaros, con ese solecillo que te da de lado… Te olvidas de las camareras y de todos los males!