Bar bastante cutre en la estación de tren de Utrera. Pequeño, no muy luminoso, antiguo… Tiene pinta como si la última vez que lo remodelaron fue hace 40 años(o más). He parado dos veces en él y siempre están las mismas personas. Eso si, la camarera es muy simpática y la cerveza que me han dado(Alhambra) a 1 € el tercio y muy fría. A la tapita de chorizo invitó la casa(y estaba muy rico). Si pierdes el tren, como me pasó a mi anoche, es el único lugar abierto para tomar algo a resguardo y poder esperar al siguiente y no en el frío andén