Compré un cupón para hacerme un blanqueamiento LED y una limpieza bucal. Primero me hicieron la limpieza, bien, correcta. Después me encerraron en una sala para hacerme una radiografía de la zona y me metieron en una sala acostada donde me iban haciendo fotos de todas mis muelas para ponérmelas en pantalla gigante y que viera lo fatal que tenía prácticamente todos. Que si no me hacía esto podría tener no se qué enfermedad, que si no me ponía ortodoncia iba a tener la otra. Que me mandaban ya cita con la ortodoncista y con el dentista para hacerme todo, que me daban presupuesto. Salí bastante deprimida, aunque había ido este año a revisión con mi dentista y en todo eso había coincidido en la mitad de la mitad de las cosas y es el que me lleva desde que me empezaron a salir los dientes. Al día siguiente me hice el blanqueamiento y eso bastante bien, pero volvieron a abrir la agenda para citarme corriendo porque tenía que acabar ya con lo que tengo. Muchas ganas de ganar, eso sí. Les felicito por el ímpetu, pero esa labor comercial tan agresiva me han quitado las ganas de volver a hacerme algún tratamiento.