El Quinto Pino

Sus ofertas de quinto y pincho son insuperables… Creo que cuestan como unos 2 euros. También tienen menús con paella y hamburguesa súper bien de precio. A veces incluso hacen conciertos.

Éste es uno más de los sitios extraños que encuentras por casualidad. Y no sabes por qué te acaban encantando, si por lo casual de su descubrimiento o por la extrañez propia del sitio.
Desgraciadamente, en el centro apenas conozco bares de quintos en los que ponerse las botas muy barato. Un día andaba con una amiga buscando cualquier sitio medio normal, lo de encontrar 2 quintos 1 euro era ya utópico fuera de la (s) zona (s) universitaria (s).
Pasamos por delante de la biblioteca del Hospital, donde hay varios bares donde tomar café o cerveza. Y justo ahí vimos una pequeña pizarra que decía «2 quintos 1euro a50 metros» y una flecha que nos llevaba a la parte de atrás.
Así que allí fuimos. Y encontramos El Quinto Pino, con sus quintos. El sitio es minúsculo. Dentro sólo caben 2 mesas, y si quieres entrar al baño tienes que apartar constantemente una silla. Pero se estaba muy bien. La gente era muy simpática y de lo más variopinto. Una chica hiper tatuada, un joven trajeado, una señora con transparencias que sólo hablaba de sexo y se reía todo el rato. Todos de Cubatao a las 7 de la tarde.
El baño era unisex y además, lo utilizaban de almacén. Cada vez que me levantaba para ir al baño y tenía que apartar la silla, la gente no podía evitar mirarme y sonreírme. Era un buen rollo, como estar en un sitio extraño salido de la mente de Tim Burton, quizá.
Eso, y los quintos.

Un quinto y una tapa y/​o montadito por algo más de un euro!!!
Sin llegar a ser mi bar favorito de quinto y tapa, es una elección buenísima si estás por el centro de Valencia, y caminas cerca de Guillem de Castro.
Hace poco, muy poco que lo han cambiado de ubicación. A veces el tamaño sí que es importante, antes, estaba en una calle pequeña, estrecha y el bar era minúsculo y enano. Y ahora su dueña ha abierto el mismo negocio en esta Plaza de Valencia, donde puede tener más mesas y más zona de barra.
«Ya verás cuando tenga que limpiar, ahí sí que notaré el cambio» me decíà la dueña. Pero lo decía con una sonrisa en la cara, orgullosa de este nuevo establecimiento, a la que deseo de corazón, la mejor de las posibles suerte.
Entre sus tapas y montaditos, me quedo con las mini hamburguesas y los montaditos de queso de cabra con sobrasada.

Yo aquí vine como todos: por los quintos. Tienes dos por un euro. ¿Quién puede mejorar eso?
Pues ellos mismos: la pizarra de precios pasa por quintos, tercios y tapas (bien bueno el montadito) con combinaciones baratísimas.
Curiosamente, no hay cerveza en la oferta definitiva, la que te obliga a pellizcarte para creer que es cierta: cuatro tapas y una botella de vino por seis euros. Toma. ¿Quién puede mejorar eso?
Pues ellos mismos: cualquier día de estos nos pagan por beber. Dadles tiempo.