Bachicha

Bachicha es un pequeño resto bar de familia o mejor dicho herencia Italiana. Comodo, simple, con buena y recomendable comida, con una decoración acorde a la tematica inmigrante del lugar y una muy buena atencion de los dueños que generalmente siempre andan por ahi.
En cuanto a bebida tienen una de cal y una de arena. Por el lado de la cerveza tiran un chop artesanal delicioso tanto rubia como roja. Por otro lado (a mi entender) le falta un poco de cocteleria al lugar y la posibilidad de que la gente pueda sentarse a tomar y picar algo a la barra. Con una buena carta de tragos y que la gente «haga barra» creo que pegaria un salto de categoria.
Situado en una esquina hay posibilidad de sentarse tanto afuera como adentro. Recomendable… sobre todo por lo abundante, rico y barato de su gastronomia.

Conocí Bachicha un día particular, como el día del amigo, con muuucha gente. Quizás haya sido esa la razón de algunas cuestiones medio flojas y tampoco pierdo de vista que no es caro.
El lugar está ambientado en torno al concepto de inmigrante italiano y se ven valijas, postales, entre otros detalles. Me resultó agradable y sentí acertada la iluminación tenue y bien focalizada en las mesas.
La moza que atendió nuestra mesa de 16 cotorras exultantes de alegría por vernos, fue super amable.
Puntos negativos: la comida.
El menú consistía en:
— una bruschetta con queso, rúcula, tomate y camarones.
— Pechuga rellena acompañada de papas al horno.
— Crumble de manzana con helado de americana.
Si bien era algo sencillo nada me resultó realmente rico. Mi plato principal llegó más bien frío y el postre era diminuto. Por otro lado, nos resultó apresurado el ritmo para presentar cada paso del menú.
La música fue subiendo decibeles a medida que transcurríà la velada y en algún momento se tornó molesta para quienes íbamos en plan de conversar.
Conclusión: varios puntos para ajustar pero le daría una segunda oportunidad :)
Detalle: aperitivos de regalo para celebrar.

Este resto-​bar abrió hace algunos meses en Rosario. Se ubica en un lugar estratégico a pocas cuadras de las calles más efervescentes del centro.
En Bachicha la decoración se lleva un aplauso. Tiene una onda retro-​rústica que me encanta. Las paredes con ladrillo a vista lucen marcos de ventanas y celosías restaurados que le dan un toque muy cálido. Y las bombitas colgando del techo con cables negros son el detalle que no podía faltarle (ya saqué varios tips de decoración para mi casa). La casona antigua en donde se emplaza acompañà la ambientación del lugar. Si bien no es muy visible, ya que no hay carteles de gran envergadura y con colores que señalen al resto, lo cierto es que unos toldos negros y varios juegos de mesas y sillas afuera denotan su presencia.
Hay menúes ejecutivos a muy buen precio. Cuando paso al mediodía por la puerta, siempre se ve mucha gente comiendo adentro. Lo bueno es que a la noche también está abierto, hasta tarde y hay 2×1 de chop. Mi estadía favorita!

Se trata de un pintoresco restobar ubicado en una esquina céntrica pero tranquila. Normalmente es muy concurrido al mediodía, ya que ofrece una gran variedad de menúes ejecutivos a buen precio, y también a la nochecita, cuando se ven grupos de amigos aprovechando el happy hour de cerveza en las mesas de la vereda.
La decoración de Bachicha me encanta! Ladrillo visto en las paredes, con marcos de ventanas simulando cuadros, y muchas lamparitas colgando del techo, que le dan un toque muy cálido y bohemio. Algunas plantas y publicidades cerveceras antiguas son otros elementos destacados de la ambientación.
Las dos veces que lo visité fui a la tardecita a tomar unas cervezas con amigas, la que acompañamos con unas ricas papas fritas; eso es todo lo que probé así que no puedo opinar más nada sobre la comida. Respecto a la atención, quedamos todas muy conformes: mozas rápidos y muy cordiales.
La única crítica es que creo que al bar le hace falta un poco de música para atraer a un público más joven.

La fuerza del cariño.
Quienes tenían este lugar, simplemente no lo querían. Había ido un par de veces por reuniones de trabajo y entrar era un poco deprimente, a pesar de estar en la esquina de un barrio activo, donde siempre hay movimiento, tanto día como noche, el lugar no tenía vida.
Ahora tiene nuevos dueños y se llama «Bachicha, La Colpa è Nostra!» (vaya a saber uno la que se habrán mandado!) pero le cambiaron la decó y adentro tiene muchas cosas recicladas, ventanas, marcos en las paredes, celosías pintadas con cristales imaginarios, paredes sin revoque, lamparitas de las antiguas colgando de varios cables que le da una onda retro al lugar, que le queda muy bien.
La comida es potente! al medio día hay siempre menú ejecutivo, donde los precios varían dependiendo el plato entre los $ 55 y $ 70 pesos y por la noche suele haber Happy Our de Miércoles a Sábado (abren hasta las 3am), aunque a veces también hay promociones para dos en cenas, como noche mexicana, o noche americana y podés encontrar precios maravillosos… Ejemplo: en la noche mexicana, nachos con queso para dos, chalupas, tacos de carne, 2 pintas por $ 160 (moooooy buen precio!) y obvio, antes de eso disfrutar del Happy de 2×1 de chopp! y estás en pleno centro cerca de todo! Así que nada, un lugar lindo y con onda, con precios competitivos! Una gema! Recomendado!

«Bachicha, La Colpa è Nostra!“es un bar-​ristorante con un claro acento italiano, que abrió hace unos meses en la zona del centro, a unas cuadras del río nomás.
El aire italiano además de notarse en su nombre, se percibe en el ingreso, con su toldo oscuro que le da a uno reparo, la puerta de madera que lo invita a uno a pasar.
La comida es variada, no se limita a los platos tanos únicamente.
Tienen la «Mexican Night» donde hacen una promo de fajitas, nachos y guacamole acompañado de dos pintas de cerveza que es muy recomendable. También tienen 2×1 de chopp de 19 a 21 hs .
Los menús ejecutivos son baratos y contundentes, y siempre hay tres alternativas, con una propuesta más ligera, como las ensaladas completas. Los precios oscilan entre 55 y 70 pesos, con bebida y postre.
Me gusta mucho que cuidan la presentación de los platos, y tienen muchos colores, que según dicen, cuantos más mejor!
Por las noches hay espectáculos de música, también tienen algunas promociones que incluyen alguna bebida, y 2×1 en tragos, que no he probado pero tienen una apariencia tentadora.
La decoración es muy linda, con cuadros de publicidades antiguas, juegos de lámparas, y una pared cubierta de ventanas de diferentes estilos que le da un toque interesante. El lugar no es muy grande, y en la vereda, que es bastante estrecha, tiene poquitas mesas. La barra es hermosa para sentarte a tomar algo de pasada.